julio 15, 2010

El caso del ex Embajador Parte III

Según su particular visión de las cosas, la situación es más o menos así; la oposición no quiso hacer pública la declaración de Eduardo Sadous porque es funcional a los grupos monopólicos de información, que fueron los que armaron una operación contra el Gobierno, falseando lo que el ex embajador dijo ante los diputados. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, volvió a reclamar que se haga pública la declaración del embajador Eduardo Sadous en la Cámara baja, y acusó a la oposición de ser "funcional" a "grupos monopólicos". Con la garantía de que su testimonio sería confidencial, el embajador había confirmado ante los legisladores la existencia de "gestiones paralelas" en Venezuela involucrando al Ministerio de Planificación en supuestas irregularidades en las exportaciones argentinas a ese país. Indignados, desde el kirchnerismo se criticó otra vez a Sadous y se reclamó a la oposición que hiciera público el testimonio refiriéndose a la carta que envió el canciller Héctor Timerman, también se sumaron los diputados Carlos Kunkel, Diana Conti, Ruperto Godoy y Teresa García, que requirieron la versión taquigráfica de las declaraciones de Sadous al presidente de la comisión, Alfredo Atanasof (PJ Federal). La difusión pública del testimonio de Sadous divide a la oposición. Los opositores críticos hacen números; si bien el oficialismo está en minoría en la comisión, temen que el aporte de la centroizquierda les haga perder la pulseada. Hubo una reunión opositora para definir la estrategia, pero no se descartaba que la discusión del tema en la comisión se postergara un par de semanas para ganar tiempo. Según Randazzo, también se dijo falsamente que el Gobierno intentó condicionar al ex embajador. Y nosotros decimos que si se hace pública su declaración se termina la mentira. Por eso la oposición es funcional a quienes pretenden ocultar la verdad", señaló.

En los últimos días, el ex embajador en Venezuela comunicó su rechazo a que sean difundidas las declaraciones que formuló en una reunión reservada en la Cámara de Diputados, frente a una renovada y fortalecida presión del oficialismo para que se hagan públicas. Por lo pronto, Atanasof frenó en seco el pedido para entregar la versión taquigráfica con el testimonio de Sadous. Anticipó que los diputados que la requieran podrán consultarla personalmente en la secretaría de la comisión, donde el escrito se halla guardado en un depósito, pero no pueden sacar copias. El oficialismo sostiene que, en su declaración, Sadous no mencionó a De Vido ni a Néstor Kirchner, tal como luego hizo trascender la oposición. Por eso, insiste en hacerla pública. La oposición cree que este empecinamiento tiene como objetivo restarles poder a sus investigaciones, y lo cierto es que se quiere evitar que lleguen nuevos testigos al Congreso. Si rompen las reglas de juego y hacen públicos sus testimonios, ¿quién les va a creer? Sin ir más lejos, entre los citados está el ex defensor del pueblo Eduardo Mondino a la Comisión de Relaciones Exteriores, y también su testimonio será reservado. Durante su gestión, Mondino recibió quejas de empresarios sobre las comisiones que debían pagar a una empresa intermediaria, Palmat, para poder exportar productos a Venezuela. Esas comisiones iban del 15 al 20% y, según sospecha la oposición, serían las mencionadas coimas encubiertas. El ex funcionario instruyó un sumario en el que no llegó a conclusiones terminantes como para presentar una denuncia penal, pero recogió testimonios que hoy integran la causa judicial donde el juez federal Julián Ercolini investiga si hubo sobornos.

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