Si fuera verdad

En un acto en la Casa Rosada, encabezado por la presidenta Cristina Kirchner, previo a su viaje a china, el Gobierno concretó la devolución de más de $ 50 millones al sector vitivinícola. Este, es un importe que resultaría una suma casi equivalente al 50 por ciento de las retenciones por exportaciones del sector. La realidad y los hechos indican que desde el momento del acto hasta ahora todo ha sido sólo un anuncio más. Los fondos no han sido todavía girados a las provincias y al parecer estos fondos deberán gestionados por las provincias productoras Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén y Río Negro en articulación con la Corporación Vitivinícola Argentina, y tendrán como destino proyectos de inversión del sector, generando una burocracia que lleva a una conclusión, que aunque pueda parecer apresurada, no resulta por experiencias anteriores descabellada, el dinero jamás será devuelto. Lo importante fuera de los anuncios, vuelven a ser las muestras de la presidente, Cristina de Kirchner, en lo que refiere a sus rasgos histriónicos. Ahora, ante un público devoto que la escuchaba en Casa de Gobierno, habló sobre sus gustos a la hora de beber alcohol.

"Voy a decir herejía" comenzó y lanzó: Cada uno toma el vino como quiere, a mí me gusta con un poquito de soda. Sí, claro hubo risas, y concluyo; hay que tomar vino con soda y se acabó.
No es la primera vez que la primera mandataria recurre al humor para amenizar sus discursos. A fines de enero había recomendado comer cerdo porque "mejora la actividad sexual". Es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra, comentó en aquel entonces y remató: El anterior fin de semana nos comimos un cerdito con Néstor. ¡Y anduvo todo muy bien el fin de semana!
Un día después en línea con su consejos cotidianos, le tocó el turno al pollo. Volvió a mostrar un tono descontracturado y recomendó consumir pollo pero aclaró que aunque no tenia virtudes afrodisíacas como el cerdo, es una carne "muy magra" que ayuda a adelgazar, y bueno es lo que hay.
Bien, los fondos por reintegrar corresponden a la devolución del 2,5 por ciento de los aranceles a las exportaciones. Estos recursos supuestamente, financiarán programas de integración de productores, generación de empleo y mejora de la competitividad de toda la cadena. Es importante el destino que se dará a estos fondos, ya que irán a proyectos donde se priorizará al primer eslabón de la cadena, los productores primarios. La medida anunciada se inscribe en el Programa de Asistencia a la Cadena Vitivinícola, que promovió el ministro de Agricultura, Julián Domínguez.