julio 28, 2010

Libertad de prensa

Eduardo Kimel, fue un periodista y escritor argentino, condenado después de investigar la masacre de los curas Palotinos, su caso fue llevado a la OEA y ayudó a terminar con el delito de calumnias e injurias para aquellos que fueran casos de interés público. La normativa para despenalizar esos delitos se llego a conocer, de modo informal como Ley de Kimel. Bien, pocos días atrás y durante un homenaje que se rindió al periodista, ser humano, y escritor en el Centro de Estudios Legales y Sociales la Presidenta Cristina Kichner afirmó, que no se puede sufrir cárcel por hablar u opinar, cualquiera sea la opinión, aunque no sea cierto como muchas veces sucede. Acompañada por el canciller Héctor Timerman, dijo que el país vive una libertad de prensa inédita, aunque falta completar el derecho a la libertad de expresión, por la concentración en los medios. Durante el acto de reconocimiento internacional ante violación a los derechos humanos, Cristina Kirchner destacó la despenalización de los delitos de calumnias e injurias y reafirmó la libertad de prensa histórica en la que supuestamente vivimos inmersos los argentinos.
Jamás hubo en toda la historia de la República Argentina una libertad de prensa como la que hoy gozamos, en la que cualquiera puede decir o escribir lo que se le dé la gana dijo, ¡mentira!.

Cristina dijo que para que se democratice la palabra y la opinión en Argentina sólo falta la aplicación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Según expresó, la 26.522 apunta a establecer regulaciones para que no haya concentración y un monopolio de la palabra y para que absolutamente todos puedan expresarse con libertad, pero según parece a la Presidenta se le escapan algunos detalles. La monopolización de información que realiza el canal estatal, o televisión pública como lo llaman es vergonzosa, pero esos manejos mientras sean actos de gobierno en la Argentina pasan absolutamente desapercibidos.
Todos tenemos derechos a ser criticados, sostuvo la Presidente. No puede haber cárcel por hablar u expresar una opinión, cualquiera sea la opinión, aunque sea un mentira, y eso sucede muchas veces. Hacer esto, despenalizar quiere decir que cada uno puede decir lo que quiera, concluyó. Pero de hecho, al menos cuatro periodistas han sido demandados en el fuero civil en las últimas semanas, con un reclamo monetario, por funcionarios del Gobierno encabezado por Fernández de Kirchner. La situación de la prensa en la Argentina fue cuestionada en la última asamblea semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa realizada en Aruba, en marzo, y en el anterior encuentro de 2009 en Buenos Aires (SIP). La entidad pidió el cese de las actitudes de hostilidad y violencia por parte de sectores del Gobierno contra periodistas y medios de comunicación.

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