julio 06, 2010

Más del ex Embajador

Se suponía que la reunión era secreta, pero ambos legisladores se ampararon en que lo que ellos estaban comunicando era de dominio público porque consta en la causa, pero no por eso debían haber roto el compromiso tomado con el ex canciller. Tanto el titular de la comisión, el peronista disidente Alfredo Atanasof, como el diputado de la Coalición Cívica Juan Carlos Morán, aseguraron que Sadous había ratificado ante ellos sus denuncias en la Justicia, y menos entendiendo que su accionar generaría de inmediato la crítica y el repudio del oficialismo.
Ni lerdo ni perezoso el oficialismo salió al ruedo con todo tipo de críticas y acusaciones contra la oposición, a la que acusó de romper un acuerdo para mantener en secreto lo hablado durante la exposición del ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous, quien se había presentado ante la comisión de Relaciones Exteriores para dar detalles sobre sus denuncias por el pedido de coimas a empresarios para comerciar con Venezuela.
El diplomático ratificó en la Cámara de Diputados que, durante su etapa como embajador, siempre escuchó quejas de empresarios argentinos por las comisiones de hasta un 20% que les exigían para exportar sus productos a ese país. También reitero que, a partir de la creación del fideicomiso, en 2004, la Cancillería comenzó a ser “desplazada” y que aumentaron las “asiduas visitas” de funcionarios, entre los que destacó a Claudio Uberti, el ex director del Organo de Control de Concesiones Viales, y que el Ministerio de Planificación era el que elegía los que entraban y los que no a ese fideicomiso. Por último, ratificó que el ex Presidente Néstor Kirchner no podía desconocer esas operaciones.

Sadous recordó que envió, en enero de 2005, un cable a la Cancillería, en el que advertía sobre la gravísima situación de corrupción por la sugestiva desaparición de US$ 90 millones del citado fideicomiso, y que el entonces agregado comercial, Alberto Alvarez Tufillo, se comunicó con él, y tal como declaró ante la justicia, Alvarez Tufillo con voz firme y clara le comentó; “Dice Uberti que te dejes de joder, que no te metas, porque las relaciones comerciales con Venezuela son territorio de ellos", refiriéndose, a los dos personajes antes mencionados Uberti y De Vido. Algunos diputados kirchneristas intentaron poner en aprietos a Sadous, y lo cuestionaron por no haber denunciado en el acto el pago de comisiones, y siempre fiel al estilo prepotente que utiliza el mismo gobierno, Carlos Kunkel lo indagó sobre sus costumbres como embajador. Llego a preguntar le si solía hacer fiestitas con jóvenes venezolanas en la sede diplomática. El ex embajador, respondió rápidamente, y defendiéndose dijo: ni con jóvenes ni con adultos. Entonces el diplomático, y a causa de estas embestidas no se guardó nada durante su exposición. De la reunión, sólo participaron los diputados y taquígrafos, que previamente debieron suscribir un compromiso de confidencialidad. Sadous explicó que para los empresarios argentinos resultaba más sencillo exportar a Venezuela vía el fideicomiso suscripto por ambos países; ese fideicomiso contenía fondos argentinos en pago por la importación de fueloil venezolano. Sadous insistió en que, mientras él se desempeñó en Venezuela, las gestiones comerciales con ese país se desarrollaban al margen de la embajada y que Uberti, que viajaba al menos dos veces por mes a ese país, se manejaba con plena autonomía. De Vido sólo se acercaba a la embajada en el último día de su visita a Caracas. Y ante la pregunta de la oposición, dijo no saber quiénes pagaban los viajes de los funcionarios argentinos a Venezuela, que nunca lo hacían en aviones de línea, sino privados. Ese no es un dato ni relevante, ni que no conociéramos.

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