agosto 10, 2010

El primer semestre III

Hoy es uno de los más grandes problemas por resolver, ¿Puede haber reactivación económica con escasa creación de empleo? En países como Estados Unidos por ejemplo, el fenómeno ya tiene nombre propio, jobless recovery o recuperación sin empleo, pero veamos lo que pasa en argentina. Ya a partir del último trimestre de 2009, comenzó a notarse la reactivación que se reflejo en la mayoría de las variables, como por ejemplo un boom de consumo de bienes durables electrodomésticos, LCD, autos etc., existió un salto de las importaciones, repuntaron las exportaciones, aumento de la recaudación impositiva, y se vio hasta en la propia aceleración de la inflación. Tras una caída del producto de alrededor del 3% el año pasado lógicamente no registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, (Indec), en el primer semestre de 2010 la economía en argentina se expandió al 8 por ciento. Y el pronóstico oficial de crecimiento para todo el año ya fue revisado nuevamente al alza por el Ministerio de Economía y ahora se ubica en 7,3 por ciento. Sin embargo, hasta el momento, el empleo no reaccionó en igual proporción. Las estadísticas del régimen nacional de seguridad social ofrecen una fotografía detallada sobre la evolución del empleo en blanco.


Esa fuente de información desglosa las altas y bajas de aportantes al sistema previsional por actividad económica. Vemos que el panorama que muestran las cifras a fin del primer semestre del año sobre el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), indican que el empleo no ha mejorado. Son múltiples las causas que explicarían la lenta recuperación del mercado laboral. La más obvia es que, con elevada incertidumbre en el mediano plazo, frente al aumento de la demanda los empresarios prefieren pagar más horas extras y forzar al tope la capacidad instalada antes que invertir y tomar más personal. El contexto macro tampoco ayuda, con 29% de inflación y el tipo de cambio anclado, el alza de costos en dólares desalienta las contrataciones. El boom de importaciones de piezas e insumos respondería así en buena medida a un proceso de sustitución de producción local por parte de fabricantes que operan ya al límite y no están dispuestos a emprender nuevas inversiones frente a una ecuación que no cierra para el futuro. Finalmente, hay un dato que debería seguirse con atención para saber cuál es la verdadera demanda laboral en los próximos meses. Según el Ministerio de Trabajo, en el marco del programa Repro, a junio todavía el Estado abonaba parcialmente los sueldos de 73.727 empleados, a razón de $ 600 por mes. Tales puestos de trabajo equivalen al 1% del total del empleo registrado o al 5% de los desocupados. ¿Qué sucederá cuando se eliminen en su totalidad esos estímulos fiscales, ideados para sortear la recesión?

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