agosto 03, 2010

El suministro de energía

Una intensa ola de frío se esperaba que hiciera ingreso en la zona central del país, y la misma se expandiría con el correr de las horas hacia el norte, por lo que se esperaban temperaturas mínimas que promediaron entre 2 grados bajo cero y cinco grados en la mayor parte del territorio nacional durante varios días. Así lo detallaba un informe especial emitido por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que también hacía mención a que estos sucesivos ingresos de aire frío tenderían a mantener las bajas temperaturas, al menos durante un periodo no menor a quince días. A partir entonces de aquel informe las proyecciones que manejaban las empresas gasíferas y los técnicos del ente regulador indicaban que comenzaría un período crítico en materia de abastecimiento por el frío y la falta de gas. Ningún escenario podía haber sido peor que el que describía el informe del SMN. De alguna manera, había que salir a desmentir, o tal vez desacreditar el informe emitido. Entonces, sin dudarlo el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, salió a la palestra y sostuvo que en la Argentina "no había problemas energéticos" y por lo tanto, tampoco habría problemas de desabastecimiento. Para explicarse, remarcó que sólo "cuando hay picos de demanda de gas se corta a los que poseen contratos interrumpibles", claro la explicación es absolutamente absurda por donde se la mire ¿por qué? Sencillo, si el gobierno pretende por ejemplo mantener el nivel del modelo productivo nacional de ninguna manera deberían existir este tipo de supuestos contratos interrumpibles únicamente aplicados a medianas y grandes empresas.

Este año, las restricciones de suministro a las industrias arrancaron a mediados de mayo, los cortes se ubicaron entre el 20 % y el 30% de los volúmenes de gas que venían recibiendo los medianos y grandes usuarios; en junio, las restricciones se elevaron, en promedio, al 50% de la demanda de las industrias, y a partir de julio, la poda fue de entre el 55 y el 60%. De Vido cuando acompañó a la presidenta Cristina Fernández en su viaje a Tucumán, con motivo de la celebración del Día de la Independencia, había mantenido una charla con el gobernador Alperovich, a quien le aseguró que a los ingenios no se les interrumpiría totalmente el servicio. Pero si esta promesa fue cierta, como se entiende que el ministro insista en que no hay problemas energéticos en la Argentina, si cuando hay picos de demanda de gas se corta a los interrumpibles. Así entonces, como ocurre todos los años, en invierno, y en particular con la ola de frío que azota a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y otros puntos del país, se vuelve a poner en duda el abastecimiento del suministro. Los usuarios residenciales elevarían su demanda y, por política del ministerio de Planificación, se interrumpe el servicio a industrias con contratos denominados "interrumpibles". Mientras la industria ya recibió en julio, en promedio, un 50% menos de gas que el que demandaba el "comité operativo de emergencia", que integran el Enargas y las empresas productoras, advirtieron que con el nuevo frio que se anticipa para agosto es muy probable que los cortes de gas a las fábricas sean casi totales, pero, el ministro de Planificación, Julio de Vido, insistió en que "no hay problemas energéticos".

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