agosto 04, 2010

La crisis que no existe

Mediante la decisión administrativa 499/2010 publicada en el Boletín Oficial se cambió el destino, es decir, se han vuelto a reasignar partidas presupuestarias por un total de $1500 millones, y fueron destinadas a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y a la estatal Enarsa, para palear la crisis energética que según el gobierno nacional, no existe.
Resulta necesario, reza el texto de la resolución, incrementar el presupuesto vigente de la Secretaría de Energía dependiente del Ministerio de Planificación Federal para asegurar el suministro de energía eléctrica, así lo afirma la resolución como parte de sus fundamentos. Por tanto entonces, Cammesa recibirá $1000 millones y Enarsa, $500 millones. Los fondos para Cammesa y Enarsa fueron tomados de partidas correspondientes al Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, que acaba de ser reemplazado por el denominado Programa de Desendeudamiento de las Provincias. La reasignación presupuestaria coincide con el incremento de compras adicionales de gas y electricidad por parte de Cammesa y Enarsa, también para paliar el déficit de gas natural. La demanda local, a partir de la ola de frío, se ubica en unos 150 millones de m3 diarios, con una capacidad de autoabastecimiento que no supera los 120 millones de m3. Ante esa situación de déficit, se ha mantenido recortado el suministro a unas 300 fábricas, de las cuales 135 pertenecen a la región metropolitana, así como se ha recortado también la provisión de GNC a las estaciones de servicio en unas seis provincias.

El Gobierno se niega a admitir la crisis energética, este es un tópico prohibido en ámbitos públicos para los kirchneristas, a pesar de que el sistema no logra aguantar los picos de consumo en un año de recuperación tras la recesión económica que caracterizó a 2009. Los rubros principales de las compras son las importaciones de fuel oil y gasoil para las centrales de generación térmica US$ 800 millones, las compras de gas natural a Bolivia US$ 600 millones y las adquisiciones de GNL, gas natural licuado que arriban por barcos regasificadores desde Puerto Príncipe (Haití) al puerto de Bahía Blanca US$ 500 millones. Este año ya fueron contratados 14 de esos buques, aunque no se descarta que haya más compras de este tipo de combustible antes de fin de año. Las compras de energía eléctrica a países limítrofes Brasil y Paraguay sumarían a lo largo del año otros U$S 400 millones en total, US$ 2.300 millones en compras de energía al exterior. Aun cuando la situación es mejor, o menos critica que en 2007, en los últimos días, muchas empresas recibieron la "sugerencia" de otorgar licencia al personal, adelantar paradas de mantenimiento o adoptar otro tipo de medidas de reducción de la producción con el objetivo de no sobrecargar la demanda eléctrica, y por otra parte, muchas de ellas recibieron la sugerencia oficial de apagar los motores para reducir el consumo y evitar cortes que pudieran afectar a los hogares, el Gobierno así decidió tapar momentáneamente el bache. Entonces, a través de los superpoderes, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, redistribuyó partidas presupuestarias que pertenecían a un fondo provincial para asegurarse un mayor caudal de energía eléctrica, y lo repito, en una crisis energética que no existe.

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