septiembre 24, 2010

Aníbal Fernandez

Las peleas, los cruces de acusaciones, y los agravios por Papel Prensa parecen no tener fin. Nuevamente y erigido en vocero oficial el jefe de Gabinete Aníbal Fernández volvió a salir en defensa del gobierno para detractar al ex fiscal del Juicio a las Juntas, Julio César Strassera, al que acusó de maltratar a los detenidos durante el proceso de reorganización nacional, y como es habitual, sus dichos al respecto no fueron muy felices que digamos. Se refirió al ex fiscal como alguien que hoy intenta ser tan bueno como “el abuelito de Heidi”. Criticó también al hijo de Tato Bores, Alejandro Borensztein, por haber cuestionado al flamante kirchnerista Osvaldo Papaleo por censurar a su padre cuando era funcionario de Isabel Perón. Según Fernández, Strassera pasó a ser buen personaje con el juicio a las juntas militares, pero en el Proceso tuvo gestos horribles de un maltrato a los detenidos. Así Aníbal Fernández sigue sumando perlas en su rosario, el jefe de Gabinete de Ministros acusó al ex fiscal Julio Strassera, de haber maltratado a Lidia Papaleo durante su detención en la dictadura. Según Fernández, Lidia Papaleo dice de Strassera menos bonito cualquier cosa, y agrego que la aparición de estos personajes despreciables que se ocupaban de maltratar a los detenidos y ahora quieren resultar ser buenitos, no, yo no le creo a este señor, que venga a contarnos la verdad de la milanesa, disparó Fernández.

Precisamente antes de las acusaciones de Fernández, habitual caballito de batalla del kirchnerismo, Strassera había desmentido que hayan existido presiones para comprar Papel Prensa durante la dictadura, tal como lo señaló la viuda de David Graiver, Lidia Papaleo, y su hermano Osvaldo. Al tiempo que acusó al Gobierno de utilizar los derechos humanos para inventarle causas a sus enemigos políticos. El ex fiscal dijo haber hablado mucho con Lidia Papaleo, y que esta jamás había dicho siquiera una palabra respecto de Papel Prensa en ese momento. Recordó además, que Isidoro Graiver salió a defenderlos y dijo que vendió las acciones con total libertad, mencionando a su vez que la única presión que tenía Lidia Papaleo, provenía del lado de Montoneros. Aníbal F. también se ocupó de defender a Osvaldo Papaleo en su disputa con Alejandro Borensztein, quien había escrito una columna en el diario Clarín asegurando que el ex funcionario de Isabel Perón censuró a su padre y hasta tenía vínculos con la Triple A. Entonces para contradecir al hijo de Tato, a quien el mismo Osvaldo Papaleo llamó "columnista de Magnetto" en una dura réplica que difundió Fernández comparó a Borensztein con el de Elisa Carrió, por su accionar en cuanto a realizar falsas denuncias. Y agrego que Borensztein es parte de lo que llamo, Clarín dependientes, aquellos que por temor dicen amén a cada cosa que Héctor Magnetto indica.

Por su parte Papaleo había asegurado en su carta abierta "al hijo de Tato", que nunca fue alfil de López Rega, ni de nadie, y que al ideador de la Triple A no lo conoció ni lo trató jamás. Sin embargo, Papaleo se había sincerado con anterioridad en un acto kirchnerista en el que dijo públicamente que no hablaría mal de López Rega, dando muestra de que sin duda había tenido trato, y conocía al famoso personaje. Allí también llamó "borracho" e "hijo de puta" a Strassera; "gil de cuarta" al juez del juicio a las Juntas Ricardo Gil Lavedra, "pelotudos" a Alberto Fernández y Pino Solanas; y "miserable y canalla" a Elisa Carrió. Por otra parte Fernández, también se refirió a Graciela Fernández Meijide que había definido como “sospechosas” las denuncias de Lidia y Osvaldo Papaleo. No sé cuánto conoce o cuánto deja por conocer, no voy a opinar sobre lo que pueda decir Meijide apuntó Aníbal. Graciela Fernández Meijide, volvió a reforzar sus argumentos sobre las dudas que le generan las denuncias de Lidia Papaleo y defendió lo actuado por el fiscal Strassera. Meijide también menciono en favor del ex fiscal, que Strassera se había hecho cargo de las penurias de muchos ciudadanos. Aquí sin duda lo llamativo es que en más de 25 años, la señora Papaleo y su hermano, que seguramente fueron detenidos y torturados perversamente, no se animaron a denunciarlo. No se les puede creer mucho, y tampoco se entiende cómo un jefe de Gabinete puede creerles, conociendo la historia.

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