septiembre 27, 2010

La asignación universal

El decreto que puso en vigencia a fines de 2009 la asignación por hijo establecía como condición que los chicos de más de 5 años deberían asistir a escuelas públicas, otro requisito por ejemplo era que se debía cumplir con los planes de vacunación obligatoria. Sobre estas bases, se fijó inicialmente una asignación mensual de $180 por chico, de los cuales el 80% o $144 se pagaban en el mes y el 20% o $36 restantes se acumulaban en una cuenta a ser cobrada contra la presentación del certificado escolar y de salud. Desde principio del mes pasado, la asignación se subió a $220 mensuales. Para registrar la asistencia escolar y demás requisitos, la ANSeS empezó a entregar a cada familia una Libreta especial que debía ser cumplimentada por la escuela, y luego vuelta a entregar a la ANSeS para verificar el cumplimiento de los requisitos. Así, si la escuela certificante de la escolaridad del año era de gestión privada, el chico dejaría de seguir cobrando la asignación y por ello no se reintegraría el 20% retenido. Entonces, en una medida que solo desato polémica, y provocó protestas en todo el interior del país, el Gobierno había decidido dejar de pagar la asignación universal por hijo a unos 300.000 niños de familias de bajos recursos por que asisten a escuelas privadas, o gratuitas o con pequeños aranceles.

Los padres se enteraron que habían sido dados de baja sin ninguna fundamentación oficial, y ahí comenzaron los reclamos. El gobernador José Alperovich de Tucumán, entre otros inició gestiones de inmediato para que se reviera la decisión. Las mismas también se llevaron adelante en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Pero la circular GAFyD N° 79/10 del 27 de agosto de la Administración Nacional de Seguridad Social era clara, y fijaba que se suspendería el pago de la Asignación Universal Mensual y no se liquidaría el 20% acumulado a todo niño, niña y/o adolescente cuya Libreta se encontrara registrada en este Organismo bajo un número denominado CUE, Código Único de Establecimiento correspondiente aquellos Establecimientos Educativos de Gestión Privada. Según la Gerencia de Asuntos Jurídicos de la ANSeS, el decreto original de Cristina Kirchner era claro e inequívoco en que no correspondía pagar la asignación si los chicos asistían a escuelas privadas, aunque estuvieran becados o pagasen una cuota baja porque pertenecen a familias de bajos ingresos. Tras las fuertes movilizaciones de familias que dejaron de cobrar la asignación por hijo porque ellos asisten a escuelas privadas, a las que se sumaron reclamos de varios Gobernadores y la avalancha de protestas de la Iglesia, de la Defensoría del Pueblo y otras organizaciones sociales, entonces, el Gobierno tuvo que dar marcha atrás con la medida.

Ante la amplitud que iban adquiriendo las protestas y los llamados de Gobernadores, la Presidenta Cristina Kirchner llamó a Diego Bossio para que reviera la medida, no sin antes recibir un duro reproche presidencial. Fue entonces que desde el Gobierno confirmaron que la presidente Cristina de Kirchner instruyó a la ANSeS para que la Asignación Universal por Hijo a los alumnos que asisten a escuelas privadas continúe hasta fin de año y resaltaron que se estaba realizando un exhaustivo estudio. Además, se aclaro que las denuncias respecto de la cantidad de damnificados no se trataba de 300 mil sino que se que solo eran 42.124 niños los enmarcados en esta situación. Por su parte, el director ejecutivo de la ANSeS Diego Bossio admitió que ante la compleja situación que no permite aportar certeza sobre estos casos, la Presidenta de la Nación había decidido prorrogar el pago hasta que se pudiera analizar de forma fehaciente y pormenorizada cada caso en particular. Sin embargo la realidad de los hechos no tiene nada que ver con una compleja situación, o con falta de certeza de los datos. Si consideramos que el código único de establecimiento determinada claramente quiénes eran los que asistían a escuelas privadas, aún, bajos aranceles queda claro que no existía error alguno o falta de certeza de los datos, la Presidenta reprendió al titular de la Anses y dio marcha atrás con la decisión tomada porque semejante error sin duda, podría haber llevado al gobierno a una derrota política más que importante.

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