septiembre 16, 2010

Football para todos

A un año ya, se ha cumplido el primer aniversario del acuerdo que el Poder Ejecutivo selló con la entidad madre del fútbol argentino arrebatándole al Grupo Clarín el negocio por cierto monopólico, y esto no puede ponerse en duda, de las transmisiones de los partidos de primera división. Aquel día la jefa del Estado había apelado a un paralelismo hasta el momento inédito, inexplicable, y para muchos muy doloroso, sin importar de qué lado lucharon. En su discurso la mandataria se arrogo el derecho de comparar aquella exclusividad en la transmisión de los goles con las personas secuestradas durante el proceso de reorganización nacional. Así entonces dijo, "no quiero que se secuestren más los goles", el Estado no quiere ganancias, explicaba la Presidenta, y de hecho no las tuvo ni las tendrá. Ahora, por su parte, el dirigente más nefasto que ha conocido el football argentino, el presidente de la AFA, desde hace algo más de tres décadas Julio Grondona decía, que Dios había sido generoso con él y le había dado todo lo que se puede esperar de la vida y aparte, un profundo amor por el football. Aparentemente lo que Dios no le dio fue nada más y nada menos, que la hombría de bien. Ese fue un día histórico, había nacido un nuevo orden dentro del fooball argentino. De esa manera se anunciaba oficialmente que la AFA rompía su contrato con Torneos y Competencias, es decir que el gobierno expropiaba los derechos de la televisación, para dejarlos en manos del Estado.

Tan contundente y lapidario como aquellas palabras pronunciadas por la Presidenta fue el informe que presentaron, en el primer aniversario de la estatización de los partidos, algunos senadores de la oposición en el que se denuncia que el Football para Todos ha generado pérdidas por $960 millones. La acusación que recae sobre el Poder Ejecutivo y el presidente de la AFA, Julio Grondona, intenta demostrar que ambos, han sacado réditos personales a partir del contrato firmado hace un año. La denuncia intenta demostrar que el football para Todos en parte es para garantizar los negocios de Julio Grondona y la campaña de Néstor y Cristina Kirchner. Además del radical Morales, presentaron la denuncia los senadores Ernesto Sanz, presidente del Comité Nacional de la UCR; Alfredo Martínez, y Mario Cimadevilla. Nada quedó librado al azar, en la presentación y con el auxilio de imágenes reproducidas por un proyector, Morales aseguró que entre los torneos Apertura 2009 y Clausura 2010 el Poder Ejecutivo gastó $973,9 millones, cuando que durante el anuncio oficial, se habló solamente de un contrato que sería por $600 millones anuales, mientras que en concepto de publicidad de terceros, es decir, no oficial, sólo recaudó $6,6 millones. El jefe del bloque radical contrapuso estas cifras con las declaraciones de Aníbal Fernández ante el Senado, cuando dijo que la idea del contrato era no pagar un solo centavo, sino ganar por encima del monto comprometido.

A un año del contrato entre el gobierno y la AFA, no podemos negar que estamos de acuerdo con que es correcto que la pasión más grande de todos pueda disfrutarse gratuitamente, pero no con la plata del pueblo argentino. El problema es la falta del ingreso principal que es la venta de publicidad a terceros, y que junto a muchos otros negocios vinculados, hacen del football un negocio muy rentable, en cualquier lugar del mundo menos en argentina. En el apertura 2009, apenas se recaudaron $4.236.583 de publicidad de terceros, es decir un 12% del total de ingreso. El restante 88% lo puso el Estado a través de pauta oficial. En el clausura 2010: se recaudaron $2.447.908 de privados, un 9%, y lo restante fue publicidad oficial. El tema es algo más que preocupante porque no se conocen a ciencia cierta las condiciones en que se sigue con este contrato, y este será seguramente un tema de debate a la luz del nuevo presupuesto nacional 2011. Además de solo generar perdidas para el Estado, el football para Todos ha significado la apropiación del principal deporte nacional como pantalla propagandística de un gobierno que sólo piensa en cómo llegar a más gente para hacer campaña. Y Don Julio se ha transformado en un puntero más pero de lujo del ex presidente, un puntero que miente en forma deliberada y descarada, cuando dice que las transmisiones del football no se pagan con el dinero del pueblo argentino.

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