septiembre 14, 2010

La eterna promsa

La oposición todavía no había empezado a festejar la aprobación del 82% móvil del salario mínimo para las jubilaciones, y tampoco el que de esa manera volvía a hacerse fuerte en Diputados ya que lograba dar media sanción al proyecto que fija el piso de las jubilaciones respecto del salario mínimo de los trabajadores en actividad. Lo había hecho tras un extenso debate, que incluyó duras críticas a la presidenta Cristina Kirchner y luego de 12 horas y media de debate se había impuesto en la Cámara baja y lograba dar media sanción al proyecto de ley, en una votación que terminó con 135 votos a favor, contra 88 del oficialismo. De inmediato el oficialismo salió a bajarle la espuma a la celebración, y fue a través del jefe de Gabinete, sino de quien otro más que del nuevo vocero oficial, Aníbal Fernández, quien advirtió que si hubiera que llegar al veto, se vetaría para proteger y cuidar los fondos de la Nación. Además, su amplia experiencia en materia legislativa y económica, lo llevo a considerar que es de imposible cumplimiento la iniciativa que aprobó la Cámara de Diputados. Inclusive no sólo Aníbal Fernández, fue quien realizó comentarios de este tenor sino que la Presidenta Cristina Kirchner también había advertido, claro que de forma más apocalíptica, que si la ley se aprobaba en tres meses la Argentina se encaminaba directo al default.

Textualmente la jefa de estado expresó que; si se aprobaran los proyectos que presentan los bloques opositores en tres meses entramos en default. En un acto en la Casa Rosada para anunciar la asistencia financiera a provincias, la Presidenta exigió a los opositores, haciendo referencia al proyecto con media sanción en la cámara baja que expliquen de una vez cuál es el modelo de país que quieren, ya que sería bueno que produjeran ingresos de ideas y proyectos sustentables, viables, que no alteraran el superávit fiscal. Lo cierto es que la presidenta Cristina Kirchner en parte, y sólo en parte tiene razón, los proyectos de la oposición respecto de la eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y del aumento de las jubilaciones no van la mano. Lo que no significa, que el país caiga en default en un plazo no mayor a tres meses. Implementar el 82% móvil le significará al estado alrededor de $30.000 por año, pero sumados a esto eliminar el total de las retenciones verdaderamente puede llegar a complicar las cuentas del estado. Entonces Cristina condenó el proyecto del 82% móvil de las jubilaciones mínimas que se aprobó en la Cámara de Diputados y aclaro que el Gobierno intentará bloquearlo en el Senado para no llegar a la instancia del veto presidencial, opción que obviamente no descarta.

De acuerdo al proyecto, el haber jubilatorio mínimo pasaría de $1.046 a $1.427, en línea con el salario mínimo de los trabajadores en actividad. También se modificaría el índice de actualización semestral y se incrementarían las jubilaciones que habían quedado congelados entre 1991 y 1995, y entre 2002 y 2006, de acuerdo con lo dispuesto por la Corte Suprema en el caso Badaro. Ahora debe ser tratado por el Senado, donde se aguarda una áspera discusión.
Pero más allá de haber logrado el quórum para abrir el debate, la oposición mostró diferencias a la hora de proponer el financiamiento. El Peronismo Federal, el PRO y la Coalición Cívica apuntaron al Fondo de Garantía de Sustentabilidad y el superávit de la ANSeS. Por su parte, proyecto Sur, el socialismo y el GEN, en tanto, propusieron la restitución de los valores históricos de los aportes patronales. Entonces y como no podía ser de otra manera, fue que Aníbal Fernández expreso estar convencido de que en el Senado habría más racionalidad y se podría detener el proyecto sin ningún inconveniente y si eso no sucedía, en pos de proteger y cuidar los fondos de la Nación y el dinero de los trabajadores para poder cumplir y garantizarle a los jubilados que cobren, se llegara al veto presidencial.

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