octubre 20, 2010

De abusos insostenibles

Entre otros, habían asistido al acto el titular de la Anses, Diego Bossio, el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto, además de los diputados Carlos Kunkel, Carlos Heller, Ariel Basteiro, Martín Sabbatella y Dante Gullo, y la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto; el gremialista Julio Piumato, líder del sindicato de empleados judiciales, Osvaldo Papaleo, por el lado del espectáculo las actrices Andrea del Boca, Esther Goris y Florencia Peña. El acto había sido convocado para exigir la aplicación inmediata de la ley de medios, la oradora, la polémica titular de madres de plaza de mayo, Hebe de Bonafini, el discurso, inadmisible en él se dio el lujo de insultar frente a Tribunales a los ministros de la Corte, a los que llamó "turros" y los acusó de recibir sobres con plata, de haber sido parte de la dictadura, y de haber permitido las muertes de la represión durante el proceso de reorganización nacional. En medio del silencio del Gobierno, sorprendieron los fuertes reproches a Bonafini que llegaron hasta de sectores identificados con el kirchnerismo. Pero discurso de Bonafini fue otro acontecimiento de varios por el estilo que vienen generando un debate tanto interno dentro del oficialismo, como con el entorno externo. Aunque por ahora no se hace público, cada vez más dirigentes oficialistas creen que para intentar llegar al 40% de los votos en las elecciones del 2011 necesarios para eludir un balotaje el kirchnerismo debería realizar gestos de apertura y consenso, y no de confrontación.

Kirchner, por ahora, no escucha según él, a esa ala más moderada de su Gobierno, su soberanía no le permite ver más allá de sus narices. La sucesión de dichos, durante el discurso fue más o menos la siguiente: mientras Hebe de Bonafini recién comenzada a dar su discurso contra la Corte Suprema y Gabriel Mariotto estaba sonriente; sentado detrás de ella. A medida que la líder de las Madres de Plaza de Mayo empiezo a hablar, y sobre todo cuando levanto la voz para calificar de “turros” a los integrantes del Corte suprema de justicia, el titular de la Autoridad de Servicios de Comunicación Audiovisual se iba poniendo serio, se incomodada, se fue de a poco corriendo hacia atrás, al tiempo que apretaba sus labios. Mariotto había tratado de instalar la idea de que el acto organizado para aquel martes por el oficialismo, en Plaza Lavalle, no era una presión a la Corte para destrabar la ley de medios, incluso tras fueron las declaraciones hechas justo un rato antes de que Bonafini cerrara el evento. Ahora, que fue lo que dijo en concreto, ¿Qué les vamos a decir a estos turros de la Suprema Corte?, ¿Qué les vamos a decir a los que hicieron posible la tortura y la muerte? ¿A los que apoyaron la dictadura militar? No sé por qué Suprema y por qué Corte. Y por qué carajo están en un Palacio. Pero de qué habla la Señora de Bonafini, si los magistrados a los que se refiere fueron puestos por su ídolo máximo, Néstor Kirchner.

A esos turros que alguna vez piensen en el pueblo continuo, que está en la calle y es el que tiene que determinar. Arranquémosle a la Corte la decisión que es nuestra. Saquémosela de las manos y si tenemos que tomar el Palacio de Tribunales, tomémoslo. Estas fueron las palabras exactas de una mujer que entre tantas otras barbaridades, reivindicó los atentados a las torres gemelas y los crímenes de la ETA. Sus dichos y amenazas contra la Corte Suprema de Justicia siguieron repercutiendo durante días negativamente sobre su figura y en esta oportunidad sumó la presentación de tres denuncias penales en su contra. Bonafini es acusada entre otras, de violar el artículo 149 bis del Código Penal que prevé penas de prisión de cinco a diez años cuando las amenazas tuvieren como propósito la obtención de alguna medida o concesión por parte de cualquier miembro de los poderes públicos. El hecho denunciado pretende avasallar la independencia del Poder Judicial de la Nación, nada menos que en su cabeza máxima, la Corte Suprema. En las denuncias, Bonafini también es acusada por la comisión del delito previsto en el artículo 212 del Código Penal que estipula penas de prisión de tres a seis años a quien públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación. Lamentablemente no debemos olvidar que esta Señora es otro de los alfiles que utiliza el gobierno nacional.

No hay comentarios.: