octubre 21, 2010

¿Qué más hace falta para condenarlo?

Si uno se atiene a las declaraciones de Jaime ante la Oficina Anticorrupción, su paso por la función pública lo empobreció, ya que cuando asumió, en 2003 informó un patrimonio de $266.700, cuatro veces más que en su última presentación de 2008. Jaime fue secretario de Transporte desde que Néstor Kirchner llegó al poder, en 2003, y continuó hasta julio de 2009, cuando fue echado de su cargo tras las derrota electoral que sufrió el oficialismo en las elecciones legislativas del año pasado. Elegido por Néstor Kirchner para secundar a Julio De Vido en el Ministerio de Planificación, acumulaba entonces varias denuncias en su contra. En aquella declaración jurada presentada por Jaime en 2008 reconocía como de su propiedad sólo tres bienes, un inmueble en Santa Cruz de $33.639, un depósito de $2379 y una moto, el bien más caro, de $65.400. Hoy en la causa que lo investiga por el delito de dádivas, que prevé una pena de hasta dos años e inhabilitación para ejercer cargos públicos de uno a seis años para funcionarios, y además, prevé también de un mes a un año a quien ofrezca la dádiva. La Justicia parece complicar cada vez más al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, pero es solo eso, “parece”. La Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, luego de su indagatoria, tomó medidas en su contra, al confirmar su procesamiento, el embargo por 40 millones de pesos sobre sus bienes, la prohibición de su salida del país y el llamado a indagatoria en el marco de distintas causas que se le siguen por otros hechos de corrupción.

De esta manera se ratificó el procesamiento dictado por el juez Claudio Bonadío en el expediente donde se le imputa a Jaime haber realizado viajes en aviones privados costeados por empresarios a los que debía controlar. Los jueces de la causa Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah hicieron lo mismo con Manuel Vázquez ex asesor de Jaime y su hijo, Julián Vázquez; y los empresarios Jorge Molina ex director de Aerolíneas Argentinas y Sergio Cirigliano del Grupo Plaza, empresa esta ultima dueña del 60% de las líneas de colectivos en el conurbano bonaerense y otras tantas en capital. Por su parte Gustavo Carmona, Carlos Alberto Lluch, Alejandro Ventola y Ricardo Izquierdo obtuvieron la falta de mérito. Al ex secretario de Transporte, Bonadio lo procesó porque usó 14 taxis aéreos para junto a familiares y amigos viajar a Córdoba, Punta del Este, Río de Janeiro, Curitiba, Florianópolis y Buenos Aires. Y también porque usó un pasaje de cortesía de Aerolíneas Argentinas cuando la empresa era privada. Los viajes fueron realizados mientras Jaime era el encargado de, entre otras tareas, repartir los subsidios que, por ejemplo, reciben las empresas de Cirigliano. También desestimaron el planteo de nulidad interpuesto por los abogados de Jaime contra el llamado a indagatoria ordenado por Oyarbide por presuntas dádivas, debido a que empresarios beneficiados con una concesión le abonaban el alquiler de su lujoso departamento, ubicado sobre la avenida Del Libertador.

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