diciembre 22, 2010

Encuestas

En momentos precisamente no muy buenos para el gobierno nacional, si tenemos en cuenta que la situación social se torna cada día más complicada. Que la toma de parque indoamericano y los otros doce predios pusieron de manifiesto las falencias de las fuerzas de seguridad controladas hasta la semana pasada por el jefe de gabinete Aníbal Fernández. La creación de los dos nuevos ministerios, y la depuración dentro de la policía federal no solucionarán el problema de fondo, ya que la corrupción en Argentina se genera desde el propio poder político. Por estos días el país ha recibido la peor de las calificaciones en lo que refiere a la prevención del narcotráfico, y el lavado de dinero. La GAFI calificó al país sencillamente como uno de los peores de la región en materia de prevención. Ahora bien, decíamos que no es un momento y explicamos por qué, a lo mencionado entonces deben sumarse los números, que reflejan los estudios realizados justamente en relación a la corrupción en el país. En Argentina los resultados, son importantes aunque de todos modos no llaman mucho la atención. Para empezar, el 62 por ciento de los encuestados le apuntó a los partidos políticos y a los funcionarios públicos, que son los más perjudicados. Pero el relevamiento también incluyó a otros órganos de poder como el Congreso, la Policía y el Poder Judicial. De la encuesta realizada y difundida a propósito del Día mundial de la lucha contra la corrupción, surgen datos relevantes. Por ejemplo, seis de cada diez argentinos cree que aumentó, y el sondeo detalla, en primer lugar, cuáles son los sectores más cuestionados por los encuestados; así como también, cuáles son los esfuerzos que hacen los gobiernos para combatir los niveles de corrupción. El estudio se llevó a cabo entre el 1 de junio y el 30 de septiembre de este año y abarcó a 86 países e incluyó a 91 mil personas. Más datos, seis de cada 10 argentinos (62%) encuestados para este estudio, el más importante sobre corrupción a nivel mundial consideran que el flagelo aumentó en el país durante los últimos tres años. Y casi ocho de cada 10 (77%) creen que el Gobierno es ineficaz para combatirlo.

Esto muestra una involución con respecto a lo registrado en 2007 y 2005, en línea con la posición del país en el Indice de Percepción de la Corrupción en el que la Argentina figuró 105° sobre 176 países. Skanska, Antonini Wilson y la valija con 800.000 dólares, los aportes a las campañas electorales, los medicamentos truchos, la bolsa con dinero de la ministra Felisa Miceli, la Oncca, los sobreprecios en la obra pública, el patrimonio del matrimonio Kirchner, el de Ricardo Jaime, la diplomacia paralela, etc. Esos y otros escándalos provinciales y locales parecen haber impactado en la percepción que los argentinos tienen sobre la vida pública del país. Algunas conclusiones en la Argentina coinciden con los resultados globales. Entre ellos, que la corrupción se percibe en aumento durante los últimos tres años. También, que los partidos políticos son señalados por los entrevistados como las instituciones más corruptas. Por el contrario, otras respuestas marcan fuertes contrastes entre la visión global y lo que se recoge en América latina. Así, mientras que la principal razón alrededor del mundo para coimear es para evitar un problema con las autoridades, aquí es para acelerar un trámite (44%). En la misma línea, los medios de comunicación figuran al tope de las respuestas globales sobre la institución más confiable para detener la corrupción, pero en América latina no, ninguno es confiable 30%, frente al 29% de los líderes gubernamentales y el 22% de los medios. Y mientras que la policía aparece como el primer receptor global de sobornos, en la región es el Poder Judicial (23%). La Argentina figura, además, con el segundo peor resultado de la región al evaluar cuán eficaces resultan las acciones del gobierno actual para combatir la corrupción. Frente al 50% global que califica a sus autoridades de ineficaces y el 32% que piensa lo mismo en América latina, el 77% de los encuestados en el país calificaron de ineficaz a la Casa Rosada, quedando sólo por debajo de Perú (85%) y por encima de Venezuela (65%), llevándonos al tercer puesto. Una de las tantas frases que hizo famoso al ex Presidente Carlos Menem, me viene a la memoria y verdaderamente cae como anillo al dedo; “estamos mal pero vamos bien”.

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