abril 13, 2011

El avión

La crisis diplomática con Washington que se inició el 10 de febrero, aun promete varios capítulos más, mientras la Argentina continúe en esta postura ridícula entendiendo que se actuó de forma ordenada, y de acuerdo con la legislación que rige mundialmente para este tipo de situaciones. Aquel día un avión C-17 Globemaster III de la fuerza aérea de EE.UU., llegó al aeropuerto de Ezeiza con personal militar y material bélico. El C-17, es una de las aeronaves logísticas, más sofisticadas del mundo, y sumado a ello podemos destacar que es el más grande de su categoría, sin incluir ninguno de los Tupolev rusos que aún quedan luego de la guerra fría. El objetivo del aterrizaje, y la llegada de fuerzas militares norteamericanas era brindar un curso a la Policía Federal para situaciones de crisis en la toma de rehenes, como parte de un acuerdo firmado entre los dos gobiernos en el que también se incluían entre otras el manejo de distintos escenarios críticos en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, y sin tener en cuenta el acuerdo mencionado la aeronave y su carga fueron inspeccionadas por la Aduana. En el procedimiento, los inspectores que dicho sea de paso, cuando se trata de detectar valijas con dinero sucio como el famoso caso de Guido Alejando Antonini Wilson que ingresó al país con dinero del narcotráfico para financiar la campaña electoral de Cristina Fernández; no encontraron absolutamente nada.

Pero en esta oportunidad aparentemente se detectaron presuntas irregularidades entre el material que había informado Estados Unidos por medio de su embajada y lo que realmente llegaba al país. Los militares norteamericanos equivocadamente se negaron a abrir parte del equipaje dando pie a lo que a continuación sucedido. Inmediatamente empezó un operativo que encabezó el propio canciller Héctor Timerman, en el que se abrió por la fuerza el cargamento. La Aduana incautó equipos de transmisión, medicamentos y partes de armas que, indicó, no habían sido declaradas en forma adecuada, y esto esalo que vale mencionar hablamos de que “supuestamente no habían sido declaradas en forma adecuada”. El avión despegó dos días después, en coincidencia con los primeros reclamos formales de la diplomacia norteamericana para que aparte le fueran restituidos los materiales secuestrados. Pero aquí se negó la devolución y así se dio inicio al conflicto diplomático más grave desde la asunción de Cristina Kirchner. El vocero del Departamento de Estado criticó la falta de colaboración del gobierno argentino, luego de la negativa al reclamó de la devolución del material militar y habló de un incidente serio. Desde el primer momento hemos tratado de colaborar, pero es como si en el gobierno argentino no quisieran escuchar, dijeron en Washington. La justicia argentina determinó que no existió delito y cerró la causa. Pero aun así el material quedó en manos de la Aduana.

Barack Obama, luego de haberse mantenido en silencio, casi expectante y esperando una reacción lógica determinó que se trataba de un incidente serio y que no sería a través de la diplomacia, sino que personalmente le exigiría a Cristina Kirchner que devuelva los equipos de incautados. Con sus declaraciones Obama dejó en claro que el malestar por la reacción argentina había llegado a lo más alto del poder en Washington, ya que respaldó al pie de la letra la línea argumental que expresó desde febrero el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley que luego renunció por viejas diferencias con el Pentágono por la forma en que se manejó el caso WikiLeaks. En el Gobierno, que hasta hace unas semanas se desconocía el contenido de las declaraciones de Obama ratificaron que no está en agenda la devolución del equipamiento militar norteamericano. Según entienden, la Aduana debe decidir qué hacer, pese a que es sabido que la decisión se tomará al máximo nivel político, y aunque la Justicia dictaminó que los militares norteamericanos no cometieron delitos y que el episodio sólo puede ser encuadrado como una mínima infracción aduanera. Finalmente y luego de 40 días de tensión diplomática, Obama al referirse al tema dejó en claro que no lo considera un episodio superado. Por el contrario, dijo que espera la devolución inmediata del material secuestrado que transmitirá en persona su reclamo a Cristina Kirchner, y que de lo contrario podría generarse un gravísimo conflicto diplomático.

No hay comentarios.: