diciembre 19, 2011

Dos meses de restricciones

Todo comenzó con los controles de la AFIP restringiendo la compra de dólares y luego presionando a empresas para que no importen, esta estrategia del Gobierno para atenuar la fuga de divisas récord en el año electoral lleva casi dos meses y sus consecuencias resultan cada vez más visibles. Fue así, el 31 de octubre prohibió las ventas de dólares a quienes no tenían autorización de la AFIP, presionó a empresas para no comprar ni pagar importaciones y en una palabra, congeló el mercado cambiario. Tal vez una de las más importantes para mencionar sea la contratación que sufrió el comercio exterior que redujo en noviembre la recaudación de impuestos por ese concepto en aproximadamente $6 mil millones. Otros de los efectos han sido el alza las tasas de interés, y el aumento del valor del dólar paralelo que llegó a niveles récord, promoviendo el retiro de depósitos de los bancos y haciendo caer las reservas. Al generarse semejante incertidumbre dio por terminado el año en materia de inversiones, pero según él se cumplió con el objetivo. La pregunta, sería ¿Cuál objetivo? Será que se refieren a los US$22.000 millones que el Banco Central se vio obligado a confirmar que se habían fugado del sistema financiero.

Pero al parecer, no se previó que parar las importaciones tendría un impacto negativo en las mismas arcas públicas, las barreras contra el dólar generaron una desaceleración lógica en la recaudación de noviembre. Hasta octubre la recaudación venía creciendo 32,6%, pero en noviembre se redujo a 29,9%, por la medida cambiaria. Los derechos de exportación y los aranceles de importación, entre otros tributos, explicaban hasta octubre el 6,9% de la expansión de la recaudación, pero en noviembre se noto la merma, y se recaudo un 2,7% menos, o lo que es igual a los $6 millones. Consultado al respecto, el titular de la AFIP Ricardo Echegaray, dijo que esta merma la recaudación no obedece a estos mecanismos de control. Sus datos, sin embargo, muestran como se congeló la venta de dólares, pero también el comercio exterior, por eso las devoluciones a las importaciones cayeron 95% y los reintegros a las exportaciones el 94%, en su comparación con noviembre de 2010. La estrategia oficial, cambió el panorama económico de fin de año, muchos adelantaron vacaciones y suspendieron inversiones y planes hasta que baje la fuga, y se relajen los controles. En la práctica, los controles hicieron reducir a la mitad las operaciones de compra y venta que pasaron de ser de US$530 a US$230 millones diarios.

Los ahorristas sacaron al menos US$2.600 millones de los bancos, el 16% de los depósitos y no se renovaron plazos fijos por US$603 millones, según el Banco Central. La tasa de interés pasó de 18% a 23% para plazos fijos en pesos, y para los créditos lo hicieron en sintonía. Los créditos para prefinanciación de exportaciones y para capital de trabajo se diezmaron, y el dólar paralelo llegó a tener una brecha de 18%, récord desde 2008. Tampoco se evito que las reservas dejaran de caer. Lo hicieron en el 12% en el año y 4% en el mes, aunque gracias al mercado más calmo, Mercedes Marcó del Pont volvió a comprar dólares, unos US$260 millones, luego de meses de tener que vender. El Gobierno lanzo nuevos bonos de largo plazo en dólares y volvió a pedir financiamiento intra Estado para paliar las alicaídas cuentas fiscales. Son títulos de deuda por unos US$1500 millones en conjunto, según sendas Resoluciones Conjuntas de las Secretarías de Hacienda y de Finanzas, que fueron publicadas en el Boletín Oficial. Con estas nuevas colocaciones, la deuda del Tesoro con diferentes organismos públicos supera en lo que va del año los $36.650 millones.

Se autorizó la emisión Letras del Tesoro en dólares, que serán suscriptas en forma directa por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA Cammesa, que curiosamente es la principal deudora del sistema financiero argentino. Su actuación es clave en el esquema de subsidios, ya que es la que afronta la diferencia entre el precio de la electricidad que abonan los consumidores y el verdadero costo de producción. Y por otra parte, el Gobierno autorizó la emisión de Bonos de la República Argentina (Bonar 2033) con descuento por un valor nominal de US$800 millones, que serán liquidados en el país. De esta manera, el Gobierno cumple con su idea de evitar pedir préstamos al extranjero y salir del trance fiscal en el que se encuentra, por el que entre otras cosas debió realizar una quita de subsidios.

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