enero 13, 2012

Del 2011, capítulo quinto

Aerolíneas Argentinas cumplió algunos días antes de que finalizara el mes de noviembre pasado 21 años ininterrumpidos en manos de capitales españoles. En noviembre de 1990, Aerolíneas Argentinas Sociedad Anónima fue adquirida por un consorcio liderado por su competidora española Iberia. Con el correr de los años los accionistas fueron cambiando e incluso Aerolíneas llegó a ser operada por American Airlines aunque por un breve período, en 1998. Pero el control accionario permaneció siempre en manos españolas. En octubre de 2001, por el valor simbólico de un dólar, Aerolíneas pasó a manos de la empresa de turismo española Marsans, que por aquel entonces era socia comercial de Iberia. Actualmente sus acciones siguen en manos de ese grupo, ya que el juicio de expropiación que en 2009 inició la Procuración del Tesoro sigue sin resolverse. Pero más allá de estas cuestiones, que tienen que ver exclusivamente con la justicia, desde julio de 2008 Aerolíneas es asunto de los argentinos; pero con todas las letras, nuestra aerolínea de bandera que todos hemos recuperado como patrimonio nacional según indicaban el ex Presidente Néstor Kirchner y su esposa la actual Presidenta. Lógicamente lo más importante es que también hemos recuperado el financiamiento de su creciente déficit, que al terminar el año mediante una decisión administrativa publicada en el Boletín Oficial se difundió la asignación de una nueva partida de $243 millones que, sumados a los $2.900 millones que ya había sido asignados a lo largo del año que paso, totalizaron la suma de unos $3.143 millones, destinados al funcionamiento tanto de Aerolíneas como de Austral entre el 1° de enero y el 23 de diciembre.

Medidos en dólares, esos subsidios equivalen a US$757 millones, lo que arroja una pérdida de dos millones de dólares por día para nuestra aerolínea de bandera. Esos US$757 millones no representan la totalidad del gasto de Aerolíneas Argentinas, sino la parte que no puede ser cubierta por sus ingresos. Como toda línea aérea, la caja de Aerolíneas se nutre básicamente de la venta de pasajes y de los ingresos por el transporte de carga. El último dato disponible respecto este tema fue aportado por su presidente, Mariano Recalde, en mayo pasado ante la Comisión Bicameral de Control y Seguimiento de las Privatizaciones. Allí Recalde aseguró que la facturación conjunta de Aerolíneas y Austral durante 2010 había ascendido a US$1.170 millones. Si los ingresos de 2011 hubieran terminado siendo similares a los de 2010, sumados a los subsidios por el equivalente a US$757 millones, Aerolíneas y Austral tendrían un gasto operativo, financiero e impositivo total, de más de US$1.900 millones por año. Aerolíneas realiza básicamente vuelos de cabotaje y regionales, con una flota supuestamente de poco más de 50 aeronaves entre las que el gobierno incluye los 20 aviones comprados a la Brasilera Embraer que aún no se han incorporado a la flota, no resta 3 MD 80 que están fuera de servicio y posee un total cercano a los 10.000 empleados. Por otra parte sin contar países de América Latina, los vuelos internacionales de Aerolíneas se limitan a las rutas a Miami, Madrid, Barcelona, Roma, Auckland y Sydney.

El Estado se hizo cargo de Aerolíneas en julio de 2008, cuando Marsans notificó que no disponía de fondos para pagar los sueldos del mes anterior. El ministro de Infraestructura, Julio De Vido, y el entonces secretario de Transportes, Ricardo Jaime, se apersonaron en el noveno piso del edificio de Bouchard al 500 y se hicieron cargo de las riendas de la compañía, y nombraron como gerente general a Julio Alak. A comienzos de 2009 comenzó el juicio para expropiar las acciones de la empresa aunque por ahora, siguen en manos de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, los dueños de Marsans, y lo más probable es que así terminará el juicio. A mediados de 2009 Alak fue nombrado ministro de Justicia y la gerencia general pasó a manos de Mariano Recalde, hijo del diputado Héctor Recalde y fundador de la agrupación juvenil La Cámpora. Recalde fue más tarde nombrado presidente del directorio de Aerolíneas y de Austral. En la exposición de mayo, la última que Recalde hizo ante la Bicameral, aunque fue nuevamente citado en noviembre y diciembre, pero finalmente no asistió en ninguna de las dos ocasiones, había dicho que en 2010 Aerolíneas había perdido US$486 millones. Pero la Asociación de Seguimiento del Presupuesto (ASAP), aseguro que Aerolíneas recibió en realidad US$689 millones, un 40% por encima de la estimación oficial. Para este año, Recalde había dicho que el déficit sería de US$387millones, alcanzo los US$757 millones. Es probable que se le hayan escapado algún par de millones por ahí, a cualquiera le puede pasar; ¿o no?

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