abril 30, 2012

Cristina vs Moyano

En el contexto de la lucha de poder que se ha generado entre el gobierno nacional y el titular de la CGT determinado a no perder más poder que el que ya ha perdido la Presidenta de a poco sigue apuñalándolo por la espalda. ReFoP es la sigla del Régimen de Fomento a la Profesionalización del Transporte de Cargas. Fueron instrumentados desde 2005, por un decreto del entonces presidente Néstor Kirchner, y en el acuerdo participaban el Gobierno, el sindicato de Camioneros y las empresas transportistas. Por ese régimen, las compañías que contrataban trabajadores afiliados al gremio de Moyano recibían reintegros por buena parte de los aportes patronales que realizaban por los salarios de esos empleados. Así, en la práctica, los ReFoP funcionaron desde su implementación en 2005 como un subsidio al salario de los camioneros sindicalizados.

Sin embargo, como en la guerra no hay leyes Cristina siempre preocupada por trabajadores tomó la decisión de eliminar el subsidio a los salarios de los camioneros que durante los últimos siete años fue un sostén importante del poder acumulado por el gremio del titular de la CGT, Hugo Moyano. El golpe al líder sindical llegó a través de un decreto, el 494/2012 que consiste en dos partes la "buena", una línea de créditos para la compra de camiones nacionales, anunciada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que como todos sabemos sólo quedará en eso, otro anuncio y la mala la eliminación de los ReFoP, soslayada por la mandataria en su discurso. Este subsidio permitía un abaratamiento para las empresas de los sueldos que Moyano negociaba para su sindicato y funcionaba a la vez como un incentivo adicional para que el gremio sumara afiliados. Además, para cobrar los ReFoP hacía falta el visto bueno del Sindicato.           

Por eso su eliminación que rige desde el mes que viene implica un duro golpe del Gobierno al líder de la CGT en el marco de la relación cada vez más tensa que mantienen. Hace escasos días renunció a su cargo Jorge González, el alfil que Moyano tenía desde hace años en la secretaría de Transportes. Los planes para eliminar ese subsidio eran conocidos por las Cámaras transportistas, y en los últimos días las empresas que emplean a afiliados del gremio de Moyano habían empezado a trazar nuevas estrategias ante la eliminación del subsidio que ya daban como un hecho consumado.                       Al principio se especulaba con que Cristina lo daría a conocer oficialmente junto con el lanzamiento de la falsa nueva línea de créditos, pero parece que esa parte del anuncio solo quedó para el Boletín Oficial.

Ese subsidio al sueldo de los camioneros representaba para el Estado, y bien digo Estado ya que por supuesto el gobierno pagaba este arregló con dinero de los contribuyentes o dinero público, un gasto de alrededor de mil millones de pesos anuales. Pero la deuda acumulada por retrasos en los reintegros sería de entre 1.200 y 1.500 millones de pesos, es decir, superior a un año completo. Además de golpear al poder de Moyano, la eliminación del subsidio tendrá impacto económico obviamente en las empresas que ya no tendrán subsidiada esa parte del salario de los afiliados del gremio de Camioneros. Como contrapartida que en algunos casos tiende a mitigar o amortiguar parte de ese impacto, se anunció el lanzamiento de la supuesta nueva línea de préstamos del Banco Nación para la renovación de flotas. Para esos créditos a tasa subsidiada habrá un presupuesto de hasta 8.500 millones de pesos.

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