Repsol, YPF

Aquel que alguna vez leyó tan solo uno de nuestros artículos seguramente se ha dado cuenta, de que sólo con información precisa basada en hechos somos muy críticos de la administración que gobierna la Argentina desde hace nueve años. Cuando comenzó toda la escalada vergonzosa respecto del tema YPF nosotros ya habíamos publicado algo más de un año atrás varios artículos que mencionaban los problemas energéticos por los que atravesaba el país, y que el gobierno sistemáticamente negaba. Muchos hemos leído en estos días antes y después de anunciada la estatización de la petrolera, editoriales publicadas en diarios de todo el mundo. Particularmente hubo una del diario El País de España en la que se advertía que el gobierno de Cristina Fernández intentaba esconder el fracaso de su gestión económica detrás de una fachada de nacionalismo, por lo que vaticinaba que de continuar con esa postura correría el riesgo de una ruina a corto plazo. La nota, también sostenía el concepto respecto del fracaso de la gestión basándose en los problemas con la economía del país, con la política energética y con la balanza de pagos. Insistía en que la forma de solucionarlos no debía ser a través de patrioterismo económico.

El artículo señalaba que la mandataria degradaba aún más la economía argentina con lo que hasta ese momento eran solo amenazas de una posible nacionalización de YPF en la que la española Repsol posee el 58% de las acciones. El artículo comenzaba haciendo énfasis en la existencia de muchas razones para entender por qué Cristina Fernández de Kirchner y su Gobierno estaban intentando esconder el fracaso de su gestión económica detrás de una fachada de nacionalismo, y agregaba que la economía argentina está al borde del colapso, por eso entonces la presidenta había optado por escudarse en viejas consignas patrióticas, “roban nuestras materias primas”, y “se llevan nuestras riquezas”. Aquí erróneamente el artículo decía textual que esas palabras “inflaman la retórica política del país desde la aparición del peronismo”. Para un diario de prestigio internacional como lo es, El País de España extraña que se confunda al kirchnerismo con un movimiento como el peronista. El peronismo era un movimiento nacional de derecha que no admitía facciones de izquierda. Dicen que para muestra basta un botón, pero mejor y para que se entienda demos dos ejemplos: primero, Juan domingo Perón era un militar de carrera, y el segundo ejemplo nos remonta a los hechos sucedidos cuando Perón regresa al país luego de su exilio en Puerta de Hierro, conocidos como “La matanza de Ezeiza”.

Estos actores de la revolución de izquierda viven en el barrio más caro de la ciudad de buenos aires en departamentos de US$ 5 millones, valla entonces la aclaración para entender el error del diario El País de España. El diario madrileño indicaba también que los inversores extranjeros en Argentina operan bajo una amenaza permanente de nacionalización como sucedía en el caso de YPF, Repsol, al que se le estaban retirando arbitrariamente permisos de explotación en las provincias argentinas. En el artículo consideraron que el Gobierno había sido incapaz de aplicar una política de moderación del consumo, un concepto ridículo desde cualquier punto de vista ya que ese crecimiento del consumo tuvo que ver con un sostenido crecimiento solamente en el parque automotor durante los últimos 15 años. No existe país en el mundo que contemple una política de moderación del consumo va contra toda regla de una economía sana. La nota continua explicando que tampoco se había gestionado bien la producción nacional de productos energéticos, y se afirma que el resultado de ello ha sido una demanda creciente, una producción cada vez menor y unos precios disparados que pesan sobre los consumidores.

Otro concepto erróneo ya que es de público conocimiento que los precios de las naftas así como las importaciones de gas, y fuel oil están subsidiadas por el gobierno desde el año 2003. El Gobierno de Buenos Aires está dispuesto a pasar por encima de contratos, concesiones y cualquier idea de seguridad jurídica que pueda atraer en el futuro a la inversión extranjera, sentencia la nota concepto que no es erróneo y tampoco desconocido. Sin embargo, es de vital importancia entender que en un negocio como fue la privatización de YPF durante la década de los 90, y que inclusive impulsara la actual Presidenta nadie quería quedar fuera. Repsol no ha invertido un centavo en exploración y eso es culpa de la falta de control por parte del gobierno nacional, el propio Presidente de Repsol respondió la semana pasada afirmando este concepto cuando dijo que mientras el consumo aumentaba no se realizaba exploración alguna. En un negocio de US$10.000 millones al año nadie regala nada, ni el matrimonio Kirchner ni Repsol, conjuntamente han vaciado la empresa y se han enriquecido las dos partes. Sólo basta ver la última memoria y balance de fines del 2010 firmado por el mismo Presidente de Repsol, de donde se desprende claramente que este año se dependerían de su porcentaje y se irían del país. Aquí no hay víctimas ni victimarios, solo hay responsables.