mayo 31, 2012

Ciccone, capitulo XIII

Su presencia aun en el poder puede entenderse de dos maneras la primera, como un error personal que la Presidenta no aceptara, y la segunda porque Boudou sabe mucho más de lo que se sospecha en el círculo íntimo de Cristina. Pero lo cierto es que nunca antes el poder político de turno había influido tanto en la Justicia como lo está haciendo ahora para proteger al vicepresidente. El mejor ejemplo de esta aseveración es lo sucedido con el fiscal Carlos Rívolo, que tenía a su cargo la investigación sobre la participación de Boudou en la compra de la ex Ciccone y el juez Ariel Lijo, que ya había recusado a Daniel Rafecas, finalmente tomó la resolución de recusar al funcionario judicial que más trabajó en el caso Ciccone, que era Rívolo. Lijo inclusive excedió el plazo fijado para tomar la decisión sobre el destino del fiscal, ya que los plazos en la justicia federal son perentorios para el común de la gente, pero se consideran sólo orientativos para los jueces, es decir, pueden respetarlos o no. Todos estos retrasos no son buenos mensajes para la sociedad Argentina que viene reclamando por los interminables tiempos de la Justicia, pero por supuesto comienzan a reflejar lo que será a partir de ahora la causa contra el vicepresidente. El gobierno ha logrado hacer un lado al ex jefe de los fiscales, Esteban Righi (que no es ningún Santo), y al juez inicial Daniel Rafecas, y finalmente necesitaba sacarlo del caso a Rívolo.

El objetivo fue siempre Rívolo más que Righi, acusado por ejemplo de inacción por el propio oficialismo ya que permitió a Rafecas conceder todo lo que Rívolo le pidió. Por eso ninguna otra instrucción por hechos de corrupción política, como el caso Ciccone, avanzó tanto en apenas 45 días. Pero las medidas tomadas, han frenado en seco la investigación. Boudou hoy carece de toda influencia política en el propio gobierno que lo llevó al pináculo de la fama en apenas cinco meses. Hoy en la Justicia, ya hay dos investigaciones sobre actos de corrupción del actual vicepresidente y ex ministro de Economía, Boudou recibió la segunda imputación, esta vez por enriquecimiento ilícito. Ya el Banco Santander había confirmado que Vandenbroele pagó expensas del departamento de Boudou en Puerto Madero, alquilado supuestamente a Fabián Carosso, un abogado rosarino que vive en Madrid. Boudou dijo siempre que no sabía que Vandenbroele estaba en medio de ese alquiler, sin embargo resulta que Vandenbroele pagó parte del alquiler de ese departamento y durante cinco meses tuvo el servicio de cable a su nombre y tuvo también a su nombre el servicio de telefonía fija en el departamento de Boudou, ¿Pagó expensas, teléfono y servicio de televisión por cable del departamento de Boudou, pero no vivió ahí? ¿O fue Vandenbroele y no Carosso quien vivió en el departamento de Boudou? Y esto es más que una probabilidad, es un hecho.

Boudou está formalmente imputado y la carátula del expediente judicial comienza con su nombre y apellido, por ello más que su abogado defensor Diego Pirota es él quien quería sacar del medio a Rívolo. El gobierno de Cristina Kirchner está acosado por otros conflictos graves, que enervan a varios sectores sociales, ha dividido a los sindicalistas y retraído fuertemente la economía. La ex Ciccone en manos de amigos de Boudou y que preside Vandenbroele, aparentemente no tiene dueños, la Justicia ha intimado a los ex dueños que informen de inmediato quienes compraron la imprenta y en qué porcentajes. Con todo, el Gobierno avanzó y le confió la impresión de billetes de 100 pesos, que ya estaba tratando de imprimir pero por problemas técnicos de toda índole no podrá cumplir con lo pactado. Así personas desconocidas imprimen los billetes de los argentinos, nadie los conoce sólo se sabe que uno de los socios, Sergio Martínez, está prófugo de la justicia norteamericana por fraudes cometidos con tarjetas de crédito. Aparte la ex Ciccone debe aportes y cargas sociales y tiene una deuda impositiva desde 1994, cuyo pago se le está reclamando desde 2009. Carece, por lo tanto, de lo básico, un certificado de aptitud para ser contratista del Estado, igual el Gobierno la contrató pasando por encima de la ley.

Por si todo esto fuera poco, Agustina Kämpfer, la  novia del vicepresidente Amado Boudou, con quien convive en su departamento en Puerto Madero, está mencionada como una de las imputadas en la denuncia por enriquecimiento ilícito. Kämpfer lanzó una revista llamada Minga y registra en la dirección societaria la del departamento de Puerto Madero que comparte con Boudou. Ella no puede ser acusada por ese delito directamente, ya que es específico para los funcionarios públicos, pero el Código Penal prevé que pueden ser imputadas terceras personas cuando actúan como testaferros.

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