junio 18, 2012

Reposo, otro dolor de cabeza

Fue increíble mientras la mentira duro, era sin lugar a dudas el candidato perfecto para el cargo, su currículum parecía intachable, pero como dicen la mentira tiene pata corta y así todo terminó de la peor manera. Una vez más otro de los candidatos digitados por la presidenta Cristina Kirchner se vio involucrado en otro escandaloso capitulo de mentiras que sólo es posible ver en la forma de hacer política de este gobierno. El cargo era el de procurador general de la Nación, nada más y nada menos que el jefe de todos los fiscales, y el candidato de la Presidenta Daniel Reposo, no dejo de sumar datos falsos a su currículum en ningún momento. Primero fue el error de tipeo que lo hizo poner disertante en lugar de participante, a una disertación del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, después se supo que todas sus disertaciones eran meras participaciones obligadas por su rol como titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), y finalmente se dio a conocer que Reposo no fue secretario de la sede argentina de la Asociación Internacional de Abogados y Juristas Judíos, entre 1996 y 2002, como había puesto en la segunda página de su curriculum entregado en el Ministerio de Justicia. Inclusive fue eliminado en medio de toda la mentira de la página web de la Sigen.

El pliego de la designación de Reposo seria tratado en audiencia pública por la Comisión de Acuerdos del Senado. Pero antes de que esto sucediera existió una comunicación por parte de la entidad que Reposo dijo haber representado en el país entre 1996 y 2002, en la que la presidenta de la IAJLI, la israelí Irit Kohn, dijo que no existía ningún registro de la participación del doctor Reposo en tal Asociación Internacional. Es decir, que de secretario paso a ser solamente alguien que habría pagado una cuota anual como nuevo miembro en el año 1998, o dos años después de su supuesta representación de esa entidad. Entonces se monto un operativo en secreto y a toda velocidad, para bajar la candidatura a procurador general de Daniel Reposo y la Presidenta aceleró al máximo su instrumentación. Ya temprano el panorama asomaba sombrío e irreversible en el Senado. Amado Boudou llevo las malas noticias a la quinta de Olivos, Cristina Kirchner intercalaba reuniones con otros funcionarios, el sondeo que arrimó el vicepresidente no sorprendió, y de hecho, confirmaba el mal pronóstico que comunicaba, a diario, el jefe de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto.

Pero el inesperado elogio presidencial a Reposo durante un acto en Lanús, previo contacto por videoconferencia con el postulante aportó más desconcierto. Se venía una derrota legislativa segura, y todo coincidía con la ausencia de Cristina por viajes al exterior. Entonces se optó por no dilatar el anuncio y escenificarlo como un drama telenovelezco, cuatro cartas firmadas por Reposo, y la unción de un sustituto. Antes de esto varios senadores comenzaron a hablar de la inminente impugnación del pliego en la cámara alta. Más allá de la mentira, quedaba claro que los antecedentes de Reposo no reflejaban mínimamente la idoneidad profesional que el cargo requería. Ese día desde Balcarce 50 se contactaron con la fiscal Alejandra Gils Carbó flamante candidata a la Procuración. Con Gils Carbó mejoraba el currículum pero no el criterio de la elección. Su principal antecedente es la reticencia a la expansión del Grupo Clarín.                                    
En este aspecto, la biografía de Gils Carbó es mucho más clara que la de la Presidenta ya que cuando los Kirchner bendijeron la integración de Multicanal y Cablevisión, ella se opuso. Gils Carbó fue otro soldado fiel en la batalla contra Papel Prensa. Reposo fue propuesto por la Presidenta para ocupar la vacante generada por la renuncia de Esteban Righi a la Procuración luego de ser denunciado pública y penalmente por el vicepresidente Amado Boudou por presunto tráfico de influencias. Pero hay algo más grave, el candidato no acompañó en su currículum constancias de lo que allí se afirmaba, por ejemplo, el título de abogado. No hay constancia alguna de que Reposo sea abogado procurador egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA en el año 1991, y este requisito es esencial a la designación. Además, se encontraron otras irregularidades, Reposo dijo haber sido asesor letrado y apoderado de la SIGEN de 1988 a 1992 pero si se recibió en 1991, no tenía titulo y para desempeñar ese cargo hubiera requerido el título habilitante.

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