septiembre 18, 2012

UN GOBIERNO DEMOCRATICO

“Se terminó, nos vamos”. Con esta acción, el funcionario hizo fracasar la asamblea de accionistas de Papel Prensa. Pero ese gesto fue el último de una serie de agresiones verbales que reiteró durante 90 minutos, contra los accionistas privados de Papel Prensa, hasta que se retiró, sin que se pudieran tratar los temas del orden del día. Después de una hora y media de hostigar a los directores de Papel Prensa y a todo aquel que no representara al Gobierno, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, desalojó a los representantes del Estado en la asamblea que estaba realizándose en la empresa. Por eso, se postergó la reunión para el día siguiente, con el objetivo de aprobar balances, analizar la actuación del directorio, designar las autoridades y que los representantes del Estado vuelvan a participar de la asamblea. Moreno, a los gritos, les prohibió hablar a los directores de la empresa obligó a retirar a las personas que estaban al lado del presidente de Papel Prensa, Guillermo González Rosas y hasta quiso copresidir la asamblea, y luego se retiró. En un momento, y en una actitud bizarra, el segundo de Moreno y director del Estado en Papel Prensa, Pablo Cerioli, que tenía una bolsa de plástico con la leyenda “Clarín Miente”, de la cual sacó y se puso a repartir unos llaveros con la foto de la Presidenta de un lado, y del otro lado decían: “Clarín, Cadena Nacional del desánimo, Ocultamiento, Desinformación, y Miedo”. Era tal el escándalo generado por los funcionarios del Gobierno, que llamó por teléfono la jueza a cargo de la causa María Cristina O’Reilly quien había decidido dos semanas antes que se realizara esta asamblea, habló con Moreno y González Rosas para tratar de encauzar esa reunión. La jueza dice que hay que suspender la asamblea, por exceso de violencia, decía el secretario al tiempo que vociferaba que el Estado no estaba dispuesto a soportarla.

Sin embargo el único que provocaba cada uno de los actos violentos era él. “Acá hay gente que tiene las manos manchadas de sangre”, vociferó Moreno, luego de hablar con la jueza. En cambio, el presidente de Papel Prensa aseguró que la misma magistrada le había dicho, después de hablar con Moreno, que no había que suspender la asamblea y que el encargado de mantener el orden era solo el. Moreno también había generado otro escándalo similar en el despacho de la jueza O´Reilly, cuando delante de una decena de personas blanqueó el interés del Gobierno en la causa del grupo Vila Manzano contra Cablevisión e insultó a los gritos a un asesor legal de Papel Prensa, a quien le dijo que era un “chorro”, “ladrón”, “tarado”, “estúpido”, “cómplice de un asesino” y que tenía “las manos manchadas de sangre”. La acción de Moreno en la asamblea de Papel Prensa hizo recordar la actitud que también tuvo el mismo secretario hace dos años, en aquella ocasión anterior fue a una asamblea de la empresa, con unos guantes de boxeo, un casco y exigió que no se votara. En esa ocasión dijo, a los gritos, “No se va a votar bajo ningún aspecto lo que quiere el sector privado. Soy claro y contundente. Nosotros, empezando por el secretario de Estado Moreno, más toda su gente, se banca lo que se tiene que bancar. No voy a entregar la palabra. Todos mis funcionarios varones se bancan lo que tengan que bancarse. Acá no se vota. “¿Está clarito?”.Después de esa patoteada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo confirmó a Moreno como el funcionario encargado de intervenir en todos los temas vinculados con Papel Prensa, donde el Estado es socio minoritario en la empresa que integran Clarín y La Nación.

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