octubre 18, 2012

UNA JUSTICIA OBEDIENTE

Se trato de la segunda denuncia penal que acumuló en su contra Guillermo Moreno en pocos días después de que la titular de la Asociación de Defensa del Consumidor Adecua, Sandra González, lo acusara de maltrato y de echarla de una reunión a los gritos. Yo voy a hablar, vos te vas a callar la boca y cuando termine voy a cortar, le había dicho Moreno a Paula De Conto al llamar a su celular antes de acusarla de tener una empresa fantasma porque no poseía un gerente de ventas. Hoy te hablo en estos términos, pero mañana van a ser otros, agrego el polémico funcionario. Paula De Conto, es despachante de Aduana desde hace 17 años tiene una pyme, y sorpresivamente recibió en su celular esta llamada del propio Moreno entonces preguntó si se trataba de una amenaza y la respuesta fue: "Sí, ¿y qué?". De Conto realizo de inmediato la denuncia penal contra Moreno, quien fue acusado por la despachante de aduana de amenazas, abuso de autoridad y violencia de género. Así el juez Oyarbide sumaba un nuevo caso sensible para la administración kirchnerista, ya que tiene en su despacho las causas del desvío de fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, de la llamada "Mafia de los medicamentos" y del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, acusado por el cobro de dádivas durante su gestión.

Oyarbide también investiga al secretario general de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, por supuestas irregularidades en la obra social del gremio de choferes de camiones y al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en la causa por escuchas telefónicas en la que está procesado el funcionario. El magistrado también investigó por presunto enriquecimiento ilícito a Néstor y Cristina Kirchner, aunque sobreseyó al matrimonio, a fines de 2009, pese a que ambos registraban por entonces un aumento patrimonial del 572 por ciento desde su llegada a la Casa Rosada, en 2003. Según relató De Conto en su declaración, Moreno recibió a la despachante de Aduana junto a otras dos personas, en su despacho y ahí se repitieron las amenazas. En este sentido, la mujer reveló que el celador de precios del gobierno kirchnerista, les habló a los gritos, de mal modo y con soberbia. Me gritaba que yo trabajaba para una empresa fantasma, que él no lo iba a tolerar y dijo que por eso ella no iba a poder trabajar más. Además, la mujer señaló que cuando quiso hacer un comentario, el funcionario nacional le dijo que las reuniones las manejaba él y en el tono que a él le gustaba. De Conto denunció que fue echada de la oficina de Moreno y que fue acompañada por personal de seguridad hasta la salida de la Secretaría de Comercio Interior. Lo cierto es que la empresa está inscripta en la Inspección General de Justicia, y en la AFIP, y si fuera fantasma, una empresa no se inscribe como sociedad importadora de teléfonos de línea. Solo una semana más tarde, el juez federal Norberto Oyarbide se apartó de la causa contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que le inició la despachante de aduana por amenazas, abuso de autoridad y violencia de género.

Textualmente, el juez dijo a los periodistas que lo esperaban que la causa ya no era suya, que se aparto por violencia moral y por las garantías del juez imparcial. Oyarbide tomó la decisión luego de que un grupo de personas protestara frente a su domicilio en Recoleta en reclamo de que iba a hacerse cargo de otra causa sensible para el Gobierno nacional. Según trascendió, los manifestantes organizaron la marcha a través de redes sociales y se concentraron en las inmediaciones del departamento donde reside Oyarbide, en Posadas y Rodríguez Peña, en esta Ciudad. De hecho el juez insinuó sentirse amenazado a raíz de que se rumoreaba en las redes sociales que se realizaría una nueva protesta golpeando cacerolas. Tras conocerse la decisión de Oyarbide, la despachante de aduana que denunció a Moreno, Paula de Conto, dijo en declaraciones al canal de noticias TN que se comunicaron con ella desde el juzgado para informarle la novedad y avisarle que no se presentase en los tribunales a ratificar su acusación ya que debe volver a sortearse el juez. Me puso contenta, no me imaginé que iba a pasar esto, dijo De Conto. Y agregó, siento que evidentemente si los argentinos nos proponemos armar un cambio se puede. Y es cierto, el tema es tomar iniciativas.  

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