DE LA FRAGATA LIBERTAD

Cada declaración, respuesta o acción que toma el ejecutivo en este caso apunta más a empeorar que a solucionar la situación que vive la Fragata, con cada error queda al descubierto la innata soberbia que le impide a la presidenta de la nación razonar coherentemente y la lleva al borde del mesianismo en cada uno de sus discursos. Entonces, volviendo al tema de la supuesta inmunidad del buque escuela de la Armada Argentina, resulta difícil creer que la cancillería Argenta y en particular el canciller Timerman desconociera las resoluciones de la Organización Marítima Internacional, y lo que es peor, que la Argentina se basará en estas resoluciones para presentarse ante la ONU. Esta organización aprobó un sistema de asignación de números OMI a los buques de todo el mundo, para su identificación. Nuestro país al haber aceptado voluntariamente dichas resoluciones recibió para la Fragata Libertad el número de identificación asignado por la OMI. La Fragata tiene como matrícula para llamarla por su nombre la número 6125398 y está encuadrada la categoría Q2, lo que significa que es Fragata (Q-2) ARA Libertad 6125398.

Las naves encuadradas en esta categoría no tienen inmunidad por sólo pertenecer a una Armada, la tienen si se encuentran registradas como buques de guerra y nuestra fragata está registrada como buque de servicios y comercial, inclusive es así como la describe el Ejecutivo en los fundamentos del decreto 727/2001. Considerando esta información fácilmente localizable, es que me parece imposible entender como se sigue reclamando por ella utilizando una argumentación que no es válida por los convenios firmados a nivel internacional, y ni hablar de un decreto que sigue vigente. Aun cuando no me guste decir esto funcionarios como el canciller deberían dar un paso al costado y dejar que la situación la maneje alguien con algo más de experiencia, o a la altura de las circunstancias. Parecería que la administración nacional no conoce el verdadero significado de soberanía y los símbolos patrios, y lo único que están haciendo es obtener cada vez más rechazo del resto de los países realmente democráticos. Es muy simple el reclamo de cualquier deuda incumplida, sin importar quién lo haga es legítimo, de hecho la misma Presidenta a los gritos expresó que la Argentina pagaría sus deudas con dólares, pues entonces dejemos de lado el discurso y honremos nuestras deudas de una vez por todas.

Por otra parte existe otro problema, que tiene que ver con el puerto donde está la Fragata. Según parece el gobierno de Ghana argumenta que es un puerto esencial para Africa con un flujo de barcos permanente. Sin embargo las importaciones de ese país en 2011 sólo alcanzaron unos US$10400 millones, y sus exportaciones no superaron los US$5650 millones en el mismo año. Números que no reflejan la importancia que intenta darle el gobierno de Ghana a su puerto, pero aún así la Fragata está ubicada en una zona de la que pronto será removida. Ahora habrá que trasladar la Fragata con remolcadores y los 42 tripulantes que aún permanecen varados con ella, y esto no es culpa ni de un Juez ni de los buitres, ni del Gobierno de Ghana, la culpa es lamentablemente de nuestro Gobierno. Por último si la decisión es de no mover la Fragata, habrá que pagar la multa que lógicamente se sumará a la deuda, de US$20 millones para levantar el embargo y a eso otro porcentaje por cada día que pase desde la orden de moverla y por cada barco que no pueda entrar al puerto.