Quizás la fijación obsesiva con el 7de Diciembre como la fecha para el avance final sobre la posibilidad de contar lo que el relato oficial oculta y expresar opiniones diferentes al discurso dominante, haya sido apenas una sobrevaloración del Gobierno de sus propias fuerzas, o una desesperación por encontrar el punto de quiebre de una tendencia declinante. Así llego y paso el famoso 7 D, el día que prometido como el comienzo de una nueva era resultó, sencillamente postergado por una bofetada de realidad. Ahora, de cara a la crucial elección legislativa del año próximo, la pregunta es, por qué fuerza política se votaría. Y aunque todavía existe un significativo número de votantes en favor del Gobierno, al mismo tiempo resuena una corriente muy fuerte de voto opositor aunque sin una referencia única y definida. Actualmente según las encuestadoras en cualquier hipótesis aunque fantasiosa, para el actual sistema de poder, si Cristina no pudiese buscar la re-reelección y tuviera que enfrentarse al candidato que fuese; Daniel Scioli, Binner, Macri, o inclusive el radical Alfonsín, los números dan cierto escozor, pues Cristina perdería siempre. Son todos escenarios muy lejanos, es cierto pero son una foto de hoy sobre el estado de la opinión pública, y la encuesta muestra los signos de debilitamiento del gobierno.
Esto es así porque los tiempos electorales están muy distantes y todavía se mantiene la ausencia de alternativas opositoras validas. Sin embargo no se puede dejar de tener en cuenta la demostrada capacidad de Cristina y su gobierno para moderar su caída y revertir la declinación del apoyo social evidenciado a lo largo de este año. Por cierto, también cabe destacar que la gestión de logros sociales y la potencia de la propaganda pusieron por largo tiempo al kirchnerismo en el lugar central de la acción política. Pero luego de lo sucedido durante los saqueos previos a la Navidad lejos estamos de entender que ese apoyo social siga existiendo cuando que el escenario está sufriendo mutaciones profundas todo el tiempo y otros actores, sobre todo desde el propio peronismo, preparan su entrada a escena. Es parte de la magia que ha logrado el kirchnerismo el, hacer creer que van a lograr todo lo que se proponen, aunque los planetas se encuentren alineados en su contra y la legalidad, tan molesta para sus propósitos, se interponga en el camino. La prórroga de la cautelar pedida por el Grupo Clarín, que frustró la intención oficial de avanzar aún sin sentencia judicial, marca desde la Justicia un nuevo límite, como antes los cacerolazos y las protestas sindicales, que diseña con rigor un nuevo escenario, presente y futuro para el que la Presidenta parece no estar preparada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario