El romance con el Kirchnerismo debería
darse por terminado por la evolución que tuvo sobre todo durante este 2012, empezando
por malas gestiones y pasando por hechos como la tragedia de Once con un saldo
de 51 muertos. Pero quedan aun los fanáticos, y esos son los peores, son los que
ciegos sabiendo que van a estrellarse aceleran más para que el impacto sea aun más
fuerte. Si se quiere podríamos ejemplificarlo así; Hitler no estuvo solo en el búnker,
lo seguían un grupo de fanáticos que todavía pensaban en la salvación de
Alemania con los rusos a pocos metros de ellos. Así son y así serán los
fanáticos, gente jugando a todo o nada y el resto que sea lo que Dios quiera. Como
señal lo que hoy sucede puede ser peor que la 125, si es que la Corte no define
rápido a favor del Gobierno, este argumento no se centra en el anclaje social
que tuvo la crisis con el campo, sino en la traba que detuvo la avanzada
kirchnerista. En aquel caso, el voto no positivo de Julio Cobos desbarató la
suba de las retenciones a las exportaciones y la reacción del oficialismo fue
confinarlo al destierro bajo el mote de traidor. Esta vez, el freno enemigo lo
puso el Poder Judicial y, de continuar, podría desatar un conflicto muy espinoso.
Me pregunto qué le pasa a la presidenta
con esta obsesión por sostener la pelea con el grupo Clarín, será que no se da
cuenta que si dejara de darle tanta importancia, no haría que su supuesto
enemigo adquiera tanta relevancia, o lo que realmente pretende va más allá de
la aplicación de una ley y lo que verdaderamente desea es que todos los medios
que seguramente van a adquirir gente cercana al gobierno, sólo se ocupen de
ensalzar esta gestión. Por otra parte el relato vs los hechos está causando que
el legitimo 54% se desinfle de a poco, y que muchos viejos peronistas estén
desconcertados, indignados y furiosos con un gobierno que desde su propio
aparato fomenta la violencia, ataca a los trabajadores a quienes dice proteger,
degrada la educación, pervierte la moralidad, humilla a las fuerzas de
seguridad etc. También senadores, diputados y gobernadores no pueden dejar de
hacer una autocrítica para finalmente aceptar su participación y complicidad.
Hay pérdida de fuentes de trabajo, y la soja se está por convertir en un
salvavidas momentáneo y de plomo, entonces ¿Qué pasara después? Los políticos
opositores, deberían haber entendido que entre el Chavismo Total y la Argentina
democrática también están ellos. Personas supuestamente racionales, que saben
que en un régimen dictatorial se pierden todas las jerarquías. Por un lado
"El Líder" y atrás solo aplaudidores. La pregunta para ellos seria; ¿Qué
quieren ser? Es evidente que cada vez hay más aplaudidores, mas Gobernadores,
Intendentes, Diputados, Senadores y Jueces con mayúscula, que desean ser
solamente aplaudidores, ¿es porque tienen vocación de subordinación, de rebaño,
donde la justicia es solo el capricho del Líder?
En ese caso siempre tendrán
el miedo de mañana no estar, en cambio el que tiene la protección de "las
leyes", estará todo el tiempo que le corresponda y que el pueblo en
elecciones democráticas entienda se merecen. Y por último, si el festival del
pasado domingo era para medir la aceptación a la política, realmente es no
conocer la idiosincrasia de los argentinos, el espectáculo musical pudo haber
sido bueno, pero la concurrencia no marcará jamás la aceptación al odio y la
destrucción institucional, seguimos como antes hace tiempo, regalando
zapatillas y otros menesteres para conseguir aceptación, la mayoría del pueblo creció,
y ve que los valores democráticos y republicanos de quienes nos gobiernan
vienen en picada. La obcecación del gobierno y muchos dirigentes afines con un
tema puntual, dejando de lado todos los problemas serios que tenemos nos llevan
a un camino cada vez más estrecho, y lo más grave justamente es que para
sostener posiciones los seguidores sólo conocen el insulto y la
desacreditación. El pueblo
argentino que tiene una visión plena de la realidad, ya no se deja llevar por cualquier
información, también piensa, reflexiona y decide.
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