Hubo 29 detenidos aquel largo
día y muchísimos heridos, afortunadamente ninguno de gravedad, pero hubo 29
detenidos algunos inclusive con antecedentes penales y fueron todos totalmente
liberados a las pocas horas de haber destrozado propiedad privada, a plena luz
de día y en plena calle. Aparte de haber provocado lesiones, herido a otros
civiles y también policías. Entonces luego de largo tiempo volvió
a hablar y la presidente, Cristina Kirchner, en sus dichos volvía a insistir en
la necesidad de democratizar la
Justicia, y hasta ahí lo hacía correctamente criticando la decisión del
juez que liberó a las 29 personas que fueron detenidas por esos destrozos
ocasionados, y que en su mayoría se trataba de hinchas del Club Boca Juniors en
el Obelisco. Contrariamente en el relato oficial, en el que se desmiente
constantemente la inseguridad reinante en el nuestro país la primera mandataria
esgrimía argumentos como: “El que viola
las normas debe ser penado”, y aunque la calidad bien entendida empieza
por casa, aquí no sucede lo mismo. Hace ya un tiempo que la jefa de Estado
viene cuestionando a la Justicia, en particular sobre el abuso de las
cautelares, aunque en el último mes del año las críticas se habían intensificado.
En particular, en un discurso que pronunciará el 9 de
diciembre llego al punto de sembrar sospechas sobre algunos miembros del Poder
Judicial que según ella seguían conduciéndose
con una lógica de no respeto a la voluntad popular. Además, en esa
oportunidad dijo que los ciudadanos veían
que magistrados o jueces dejaban en libertad a personas que vuelven a
delinquir, a matar y a violar, la gente está cansada de todo eso, quiero una
Justicia que le sirva al pueblo. Nuevamente reinventando el discurso según
convenga. Pero lamentablemente para ella, pocos días después de estos
conceptos, se conoció la absolución de los trece imputados en el caso del
secuestro violación y finalmente prostitución de Marita Verón luego de diez años, fallo que indignó a la mayoría de
los argentinos. Justamente por este motivo la Presidente se vio obligada a
recibir a Susana Trimarco la Madre de la víctima, situación que no le resultó
para nada agradable considerando que en la argentina según el gobierno no
existe la inseguridad. “Me parece que
si alguien le rompe la cabeza a un policía, o la vidriera de alguien, eso es un
delito grave para reclamar”, “tenemos
derecho que la Justicia nos defienda”, dijo.
Justamente a este respecto el ministro de la
Corte Suprema de Justicia, Ricardo
Lorenzetti, sostenía que es importante que el pueblo pueda entender los argumentos que dan los jueces aunque reconoció que los jueces tienen la responsabilidad de explicar por qué toman
una decisión en un sentido o el otro. En esa oportunidad Cristina diferenció a los magistrados que sí cumplen bien
con su función al señalar obviamente fueron liberados por algún juez o jueza,
ni siquiera conozco el nombre ni tampoco quiero identificar con ello a toda la
Justicia porque sería injusta aunque luego volvió a repetir que realmente se hace muy difícil hablar de
seguridad o mantener mínimos niveles o estándares de seguridad para la sociedad
si tenemos una Justicia que a 29 personas que rompieron cosas, que asaltaron y
robaron comercios, que hirieron policías, bueno, algunos inclusive con
antecedentes, a las pocas horas se los deja en libertad. La jefa de
Estado mencionó su reunión con Susana Trimarco para finalmente lanzar, “Vamos a
seguir reclamando por la necesidad de que algunos sectores de la Justicia
realicen una actividad que tenga que ver con las demandas de la ciudadanía de
que se cumplan los códigos y la
Constitución. Lo que parece no haber entendido, es que ese concepto aplica a
todos los funcionarios de su propio gobierno, y primero que ninguno a ella
misma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario