El 27 de diciembre pasado se conocería el veredicto en el
juicio contra Miceli por el hallazgo en su entonces despacho de una bolsa con
100 mil pesos y 31.670 dólares, el 5 de junio de 2007. Así lo había fijado el Tribunal Oral
Federal N° 2 luego de escuchar el alegato de los abogados de Miceli, quienes llegaron
a reclamar la absolución y plantearon varias nulidades en la causa. Los
fiscales Guillermo Marijuan y Fernando Arrigo ya habían pedido la pena de 4
años para la ex titular de Hacienda. La ex ministra de Economía Felisa Miceli aseguraba durante los
primeros días de diciembre que en el juicio que enfrentaba no la podían acusar de dádivas porque no había nada
de eso en la causa, que tampoco podían justificar ningún perjuicio para
el patrimonio de la comunidad ni para el Estado en su caso, y que los fiscales pedían cuatro años porque de algo la tenían
que acusar y le tenían pedir alguna condena. No me pudieron acusar de dádivas
porque no hay nada en todo el desarrollo de este juicio que lleve a esa
conclusión, enfatizaba Miceli. En sus declaraciones la ex funcionaria
ratificaba que el 27 de diciembre, cuando se conociera el veredicto en su
favor, haría uso de la palabra para ratificar su posición, un derecho que la asiste.
Es un hecho absolutamente
privado aseguraba, lo dicen los fiscales en su alegato. No hubo perjuicio para
el Estado nacional, es una cosa del ámbito absolutamente privado. Yo estaba
buscando una casa, tenía ese dinero que me lo habían prestado mi amiga y mi hermano,
algo que declaro en tres oportunidades de forma distinta.
Además, se quejó de que a la amiga que, según dijo, le prestó el dinero hallado
en el baño de su despacho del Ministerio de Economía jamás la habían llamado a declarar
en toda la instrucción. Dejé el dinero
en una bolsa transparente, guardada en el placard porque era una cantidad
importante. Para mí 100 mil pesos y 31 mil dólares es muchísima plata y la
tenía que devolver, señalaba. A la señora de la inmobiliaria que me
había mostrado las casas nunca la habían llamado a declarar en toda la
instrucción, y también señalaba que los delitos de los que se la acusaba eran una
construcción teórica, abstracta que no estaba corroborada por la realidad. Insistió
salpicando a todos los funcionarios de gobierno, en que seguía viviendo en la misma casa desde 1999 antes de
ejercer la función pública, dijo “no vivo en ningún barrio importante, ni
moderno, tengo dos cajas de ahorro y un auto que estoy pagando en cuotas y además
no soy una persona que viva viajando al exterior o comprándose ropa”.
Felisa Miceli fue la primera, y la única, mujer que
estuvo a cargo del Ministerio de Economía, pero no será recordada por ese logro personal, sino que el legado de Miceli será el
de ser recordada como la primera funcionaria kirchnerista “condenada” por un
caso de corrupción. Tal como habían pedido los fiscales, el tribunal
oral federal Nº 2 la condenó a 4 años de prisión y 8 de inhabilitación para
ejercer cargos públicos por el caso de la bolsa con dinero encontrada en el
baño de su despacho el 5 de junio de 2007. Los jueces Rodrigo Giménez Uriburu,
quien presidio el tribunal y leyó la sentencia, Jorge Luciano Gorini y Jorge
Tassara condenaron a la ex funcionaria por los delitos de encubrimiento, agravado por su condición de funcionaria
pública y por haberlo cometido en cumplimiento de sus funciones, y por
sustracción de documento público. Además, determinaron que se decomisen los 100 mil pesos que
estaban en la bolsa para restituirlo al Estado, aunque aclararon que el monto deberá
ser ajustado por inflación bajo las pautas que correspondan. Si no entrega el
dinero, se ejecutará su vivienda, que ya estaba embargada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario