febrero 26, 2013

LA SUSTITUCION DE IMPORTACIONES

Con la doble finalidad de hacerse de dólares y de propender a la sustitución de importaciones de manufacturas, el Gobierno fue ampliando en los últimos años los productos alcanzados por las licencias automáticas en un esquema que obligaba a los importadores a pasar por el filtro de Moreno quien es el que manejaba el semáforo que da o no la luz verde. El año pasado, el Gobierno necesitaba unos US$ 10 mil millones para hacer frente a los vencimientos de deuda, por lo que mediante las trabas a las importaciones consiguió frenar la sangría de dólares, además del férreo control sobre el mercado de cambios, y así hacerse de los billetes para honrar las deudas. Pero los reclamos fueron tantos, desde nuestros socios comerciales del Mercosur como desde la organización internacional de comercio, que finalmente hubo que dar marcha atrás. Así entonces la resolución administrativa 11/2013 publicada en el Boletín Oficial dejo sin efecto a unas 17 resoluciones que habían sido dictadas entre septiembre de 1999 y febrero de 2011 y que disponían la obligatoriedad de tramitar certificados de importación para un listado que abarcaba a unos 600 productos. El Gobierno derogó el sistema de licencias no automáticas para las importaciones por lo que ya no será necesario para ingresar productos la autorización oficial que estaba en manos del histriónico Guillermo Moreno en su carácter de secretario de Comercio Interior.

Las licencias automáticas son certificados oficiales que obligan al importador a cumplir con una serie de requisitos para que pueda ingresar la mercadería al país. Este mecanismo provocó que con absoluta razón numerosos sectores industriales se quejaran reiteradamente por falta de insumos para la producción. Pero a través de estas licencias, el Poder Ejecutivo logró que la balanza comercial de 2012 registrara un falso superávit de US$12.690 millones, o un 24 por ciento por encima de 2011, más allá de que el año pasado bajaron tanto exportaciones como importaciones. Por otra parte este año, en cambio, el panorama en cuanto a las obligaciones de deuda viene con menos presión ya que se necesitarán en principio unos US$ 5.000 millones para cumplir con los acreedores, si es que para fines de febrero no hay ningún cambio respecto de el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa y los fondos de inversión, o la deuda aún no negociada con el Club de París, cuyo número hoy asciende aproximadamente a los US$8000 millones. Por ahora y sólo por ahora esta situación le permite al Ministerio de Economía aflojar parte de las trabas a las importaciones y al menos quedar bien vistos ante los ojos de un mundo que espera este cambio. En la resolución 11/2013, se sostiene claramente que por cuestiones de oportunidad mérito y conveniencia, en el estadio de cumplimiento de los objetivos oportunamente fijados en las normas que establecieron la obligatoriedad de tramitar los certificados de importación "tornan procedente su derogación", pero ningún momento especifica que dicha derogación sea definitiva.

Entre los productos que quedan ahora exceptuados de tramitar las licencias no automáticas se encuentran: Papel, Artículos para el Hogar, Juguetes, Calzado, Motocicletas, Cubiertas y Cámaras Neumáticas de Bicicletas, Pelotas, Productos Textiles, Manufacturas Diversas, Partes de Calzado, Productos Metalúrgicos, Hilados y Tejidos, Neumáticos, Tornillos y Afines, Autopartes y Afines, Vehículos Automóviles. Entre las resoluciones derogadas, figura la 45/2011 del Ministerio de Industria, que amplió a casi 600 posiciones arancelarias la obligatoriedad de tramitar el permiso de importación. En una entrevista que concedió al matutino Página 12, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, había anticipado que se podrían "relajar" los férreos controles que la Casa Rosada impuso sobre las importaciones. En la medida en que los precios internacionales se estabilicen, los empresarios podrán hacer una mejor planificación para buscar competitividad y el Gobierno podrá relajar sus políticas de control a las importaciones, dijo el funcionario. Al mismo tiempo de publicada la resolución el Gobierno elevó al máximo los aranceles que se deben abonar para importar determinados productos. Como siempre el sentido de oportunidad de esta gente es inaudito.

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