DEJA VU

Fue el 25 de mayo del año pasado, en Bariloche, cuando en medio del festejo por los 202 años de la Revolución de Mayo, la jefa de Estado se burlaba de los pronósticos agoreros que decían que el dólar llegaría a valer $10. Y sin saberlo, por aquel entonces la presidenta Cristina Kirchner lanzaba una suerte de irónica profecía autocumplida con respecto al dólar. Lo cierto es que hoy el dólar paralelo supero los 10 pesos y las palabras de la Presidenta como siempre desacertadas pasaron del chiste y la descalificación de los economistas a quienes podría decirse que odia, al convertirse en una verdad contundente que tiene en vilo a todo el poder ejecutivo. De aquel día frío en Bariloche y de aquellos dichos que se tradujeron en preocupación para el Gobierno, surgió la maravillosa idea del plan que lanzó de blanqueo de divisas para oxigenar el mercado y mandó a Moreno a reclamar un dólar a $6,50 ante la escalada del billete norteamericano. En ese acto, Cristina recordaba a un amigo de la familia que un día le dijo a su hijo Máximo que había que atesorar dólares. Sus palabras fueron más o menos las siguientes; “Me acuerdo de un amigo, que no voy a decir el nombre porque me va a matar si lo digo, que una de los dos hijas vive acá en Bariloche, y me decía en el 2002, cuando se produjo el crack económico y el Parlamento elige un nuevo gobierno el 1º de enero, este amigo de la familia viene y le dice a mi hijo Máximo: ‘Máximo, hay que comprar dólares estaba a 4.80 en ese momento el dólar porque se va a ir a 10 pesos, relató.  

 

Y el amigo nuestro compró ironizó. Así continuó con su anécdota preguntándose qué había hecho  con esos dólares el amigo familiar. Seguramente igual que ellos el amigo sé quedo con los dólares y seguramente hoy estará muy contento de haber podido vender. Su alocución continuó, con una reflexión; ”Como verán todo se repite y lo que más me sorprende es que los actores que repiten las conductas, no son los que debiéramos pensar que podrían equivocarse porque les falta instrucción, porque les falta información, no, al contrario, son algunos muy parecidos a este amigo mío de la familia que tiene conocimientos jurídicos, económicos, que es empresario y que es todo, pero que repiten conductas”, dijo entonces con un dólar a $5,93. Lamentablemente palabras que siempre quedan fuera de lugar pues la realidad demostró que en diez años teniéndolo absolutamente todo ni la Presidenta ni su marido han podido articular una política económica a largo plazo y sin parches. Hoy la situación económica del país comparada con el año 2001, en el que había hiperinflación, cesación de pagos, confiscación de depósitos etc., realmente es buena lo que no significa que la economía vaya por buen camino sino que todo lo contrario. Inclusive en un deja vu, la mandataria cuestionaba a los medios por lo que decían sobre el dólar en aquel contexto. Hoy, con un dólar que ha superado los $10,45, duplicando el valor del dólar oficial, la pregunta de la Presidenta no deja de tener vigencia: ¿Qué habrá hecho ese amigo de la familia con sus dólares?