mayo 02, 2013

LAS IUNUNDACIONES DE ABRIL

Corría el 2009 y el intendente de La Plata se había cortado solo y repartido su boleta separada de la que llevaba al ex presidente como candidato a diputado, fue entonces ahí cuando Néstor Kirchner le juró venganza a Pablo Bruera. Tras la derrota del Frente para la Victoria, Kirchner ubicó al platense en el bolsón de los traidores y Bruera se sumó al grupo de los ocho intendentes distanciados del kirchnerismo que lideraba Sergio Massa. El gobierno nacional cortó el flujo de dinero a La Plata. Hacia fines de aquel año, cuando se lanzó el Plan Argentina Trabaja, la capital bonaerense no recibió ni un sólo cupo. También por entonces quedó congelado el plan de obras para el Arroyo del Gato que drena el 75% del agua de la ciudad hacia el Rio de la Plata, nadie se ocupó más del tema, hasta que en el pasado mes de abril llovieron casi 400 milímetros y los alrededores de ese curso de agua en Tolosa, Ringuelet y el norte de La Plata se convirtieron en ríos que se llevaron más de 51 vidas. Sin embargo a fines de 2007, profesores de la Universidad Nacional de La Plata habían entregado al entonces flamante intendente platense el trabajo “Estudios hidrológicos, hidráulicos y ambientales en la cuenca del Arroyo del Gato”. Por cuarta vez consecutiva, este mismo trabajo se presentaba al intendente de la mencionada ciudad. El actual ministro de justicia Julio Alak quien fuera intendente de esa ciudad durante 16 años también había recibido el mismo informe al que jamás le prestó atención.

Allí recomendaban una serie de obras en la cuenca que incluye los partidos de Ensenada y La Plata. De acuerdo a la ley provincial, nosotros no podemos tomar ninguna decisión sobre la cuenca hídrica sin la autorización de la Provincia, se atajaban en el municipio, donde están a la defensiva. Sienten que la Casa Rosada apunta al intendente cómo único responsable de la tragedia. Tras la inundación de febrero de 2008, Bruera inició conversaciones con la entonces ministra de Infraestructura, Cristina Alvarez Rodríguez, para transformar aquel trabajo académico en un proyecto ejecutivo. En enero de 2010, el gobierno de Daniel Scioli recibió la propuesta de la consultora en ingeniería hidráulica ABS. El presupuesto total de las obras, era de $770 millones. El trabajo constaba de cuatro etapas sobre la cuenca del arroyo del Gato. Un derivador del arroyo Pérez por calle 142 cotizado en $102 millones; otro derivador por calle 131 por $200 millones; descargas aguas abajo desde la calle 17 por un total de $223 millones y obras en desagües del casco urbano de las calles 25, 11 y 5 que vierten sus aguas en el arroyo por $245 millones. Ahí se frenó todo, en la mera presentación del proyecto, nunca existió el financiamiento así como para tantas otras obras de infraestructura que se van haciendo de a poco en la Provincia cada vez que aparecen fondos. Con todo, La Plata no fue la única perjudicada en obras que podrían haber mitigado el impacto de las inundaciones, a que de acuerdo a un estudio de Instituto para el Desarrollo Social Argentino, aparentemente la inversión del Gobierno nacional en programas para mitigar inundaciones urbanas se redujo a la mitad durante el gobierno de Cristina Kirchner.

En el Presupuesto Nacional hay tres programas para paliar los desastres por tormentas: el de recursos hídricos, el de apoyo para el desarrollo de infraestructura urbana que contempla desagües pluviales y el de atención del Estado en emergencia por inundaciones. Entre 2007 y 2012, el presupuesto de estos tres programas se redujo de $861 millones a $411 millones según precios actualizados a 2012. En el mismo período, los subsidios otorgados a Aerolíneas Argentinas pasaron de un millón a $4120 millones a precios del 2012. Aun cuando nadie podía haber previsto una lluvia de la magnitud que cayó en toda la provincia y que ninguna obra hubiese impedido totalmente los anegamientos, las obras que no se realizaron sobre la cuenca del arroyo del Gato hubiesen ayudado a que el agua escurriese y a no tener que lamentar víctimas. Si existe algo que será difícil para Bruera será levantar su imagen luego del patético tuit en el que aseguró estar recorriendo centros de evacuados mientras aún estaba descansando en Brasil. Pero eso será harina de otro costal, ya que lo importante es que estas obras enormes sólo se hacen con financiamiento nacional o créditos internacionales. Bruera casi de inmediato se reunió con el ministro de planificación federal Julio De Vido y al parecer existieron promesas de nuevas obras. Pero sólo un rato después, Cristina Kirchner anunció por cadena nacional que auditaría lo realizado por el intendente en los últimos años. Todo esto antes de subirse al helicóptero para ir a rescatar a su Madre.

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