agosto 23, 2013

NUMEROS QUE PREOCUPAN

Buena parte de las proyecciones económicas para este año como la expansión del 4,5% en la economía local o el aumento del 13% en las exportaciones que solo crecieron 5% pasada ya la primera mitad del año, partían de la estimación de una compra neta total de divisas durante 2013 que rondaba los US$12.500 millones, pero sólo se adquirió menos del 10% de ese total o unos US$1195 millones, último dato oficial. El dato deja a la vista los problemas que la restricción externa vuelve a plantear a la economía local, pese a las condiciones de demanda y precios aun favorables con que contó este sector durante este año. Explica además las dificultades con que el BCRA se encontró para recomponer su tenencia de reservas, tal como se lo propuso a fines de 2012, cuando presentó los "objetivos y planes para el desarrollo de la política monetaria, financiera, crediticia y cambiaria". Se quedó con apenas US$164 millones de los US$14.373 millones que ese sector vendió en el mercado cambiario oficial local; un monto 98% inferior al que había logrado retener durante igual período de 2012. La liquidación de divisas del campo "está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial".

Esos ingresos, que son seguidos muy de cerca tanto por el Gobierno como por los analistas y economistas porque constituyen la oferta de divisas más estable con que cuenta la economía local, representan, en promedio, un tercio de las exportaciones totales de bienes que realiza el país. A mediados de julio, la presidenta Cristina Kirchner proclamó que la actual campaña agrícola alcanzaría la cifra récord de producción de 105,4 millones de toneladas, con volúmenes históricos de maíz y cebada, de 32,1 millones de toneladas y de 5,2 millones de toneladas, respectivamente. Sin embargo en el sector privado manejan un saldo algo menor cono unos 100 millones de toneladas en total, básicamente por disidencias en la cosecha de maíz, pero coinciden en la importante recuperación respecto de un 2012 cuyos resultados fueron afectados por la sequía. La mandataria, destacó que esto implicaba más divisas para el país, más trabajo para nuestra gente y mayor derrame de la riqueza entre los argentinos. Pero en términos de unas reservas ya debilitado semejante aporte ya luce como una oportunidad perdida para recomponerlas. Más cuando se está gestando un cóctel muy indigesto para las cuentas externas en 2014 y, por ende, para las reservas, que es la variable de ajuste de los desequilibrios por la fuerte caída proyectada en el precio de la soja y el previsible fin de la hiperliquidez global.

La comparación con años anteriores es concluyente, entre enero y julio de 2011, el BCRA le compró al sector US$15.037 millones, pero debió desprenderse de poco más de US$9500 millones por conjunción de demanda privada y pública, con lo que logró retener para las reservas el 36,7% de las divisas que aportó el campo. En igual período de 2012, esa capacidad de retención, ayudada por la imposición parcial y luego total del cepo cambiario, aumentó a 56,1%. Pero durante el año en curso virtualmente desapareció, por lo que sólo 1,10 dólares de cada 100 ingresados por este sector pasó a formar parte de las reservas. Esto explica el deterioro en torno a US$6000 millones que muestran las reservas en lo que va del año. O que los US$37.078 millones que declara como tenencia el BCRA representen apenas el 6,5% del tamaño de la economía (menos de la mitad respecto de México, 13%; Chile, 14%, o Brasil, 16%). El cambio respecto de 2011 y 2012 es significativo, el flujo neto de dólares ha disminuido ostensiblemente, presionando a la baja de las reservas y, consecuentemente agregó más presión sobre las expectativas de devaluación del peso.

No hay comentarios.: