Moreno además consideraba que la atención que el Gobierno debió tener en su aparato de campaña para las elecciones del 27 de octubre, hizo que los esfuerzos para mantener vivo el interés en la exteriorización de capitales prácticamente desapareciera. Con la misma lógica, el secretario considera que luego del día de votación y cualquiera sea el resultado, las posibilidades de mejora en el interés de exteriorizar capitales aumentarán de manera exponencial. Además, afirma que cuando se desvanezca el miedo a que la oposición logre reactivar el llamado a revisar hacia atrás a los contribuyentes que se sumen al plan, habrá también más interés y confianza en el plan. El secretario asegura tener datos concretos que apuntan a que, mal que mal, el dinero que se blanquea a través de los Certificados de Depósito de Inversión (CEDIN), es lo que está manteniendo vivo el régimen y que si la exteriorización de capitales desapareciera, la situación del mercado inmobiliario sería aún peor. Moreno cree llevar consigo el apoyo de las cámaras del sector tanto inmobiliarias como de la construcción donde el parate es muy severo y que son ellos más que nadie quienes reclaman la extensión del sistema hasta diciembre, “pobre”. Moreno aseguraba que con estos ridículos argumentos podría convencer a la jefa de Estado. Y si había espacio en la conversación, pediría también que aunque fuera cuando termine la campaña política, la voluntad oficial de incluir al blanqueo y, también a la fallida Supercard; en los programas propagandísticos que el Gobierno nacional despliega por diferentes medios de comunicación.
El funcionario hizo el mismo pedido a los privados para que insistan en sus solicitadas en los diarios y medios gráficos sobre las bondades del blanqueo. El sabe que en su cruzada no tiene la vehemencia que hace algo más de tres meses, cuando se lanzó el sistema. Sin embargo, sabe que el ministro Hernán Lorenzino y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, están de acuerdo con continuar con el blanqueo; y que una eventual segunda etapa será mejor que la primera. Es dentro del ala política del Ejecutivo donde en realidad aparecen las dudas sobre el éxito. Según los datos del Banco Central, en los últimos días de la última semana la demanda por ingresar en el sistema de exteriorización había registrado un aumento, aunque a un ritmo sideralmente lejano a lo que esperaba el Gobierno al lanzar el llamado. Hasta el último día se habían cambiado unos 3.650 CEDIN por un total de US$145 millones, de los cuales la entidad que maneja Mercedes Marcó del Pont pagó US$51 millones. De todos modos el secretario no necesito explicar nada, pues la decisión había sido tomada por Cristina mucho tiempo antes.
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